Este jueves se lanzó el estudio "¿Cuáles son las barreras para el cuidado en pandemia en Chile?" de MOVID-Impact, el cual busca evaluar la respuesta del sistema de salud y la política social a la pandemia por COVID-19, así como generar recomendaciones basadas en evidencia para la gestión de la crisis en Chile.

En una encuesta telefónica representativa nacional realizada entre el 4 y el 22 de diciembre el estudio analizó cuánto se están cuidando las personas en Chile y cómo podemos generar condiciones que permitan un mayor respeto a las normas sanitarias.

Si bien la gran mayoría de las personas indicaron usar mascarilla y respetar el toque de queda, solamente el 56% indica mantener siempre la distancia física de 2 metros y solamente el 65% evita completamente reuniones de más de 10 personas.

¿Y cuáles son los factores que explican un menor cumplimiento de las normas sanitarias? ¿Qué estrategias podemos implementar para aumentar el cumplimiento de las normas sanitarias?

Los datos de MOVID-Impact sugieren que las condiciones laborales no están permitiendo que las personas cumplan con el distanciamiento físico y el toque de queda. Por ejemplo, entre quienes no trabajan, el 70% reporta mantener siempre la distancia física mientras que solamente el 57% de quienes trabajan hacen lo mismo.

Con respecto al trabajo, "resulta fundamental generar condiciones laborales que permitan mantener la distancia entre las personas, por ejemplo, a través de horarios de trabajo diferidos. También es relevante asegurar condiciones de traslado que permitan mantener las distancias necesarias".

Otro factor relevante es la salud mental de las personas. En el estudio, las personas con síntomas depresivos tienden a practicar menos el lavado de manos que quienes no tienen síntomas de este tipo. "Resulta fundamental aumentar el presupuesto destinado a salud mental, focalizando los recursos en la atención primaria de salud".

Por otro lado, el estudio detalla que la mayor parte de las personas percibe que el coronavirus es un gran peligro para ellos y sus cercanos (88% indica que es bastante o más peligroso). Sin embargo, la percepción minoritaria de bajo riesgo puede tener efectos muy negativos en las prácticas de cuidado. Así, solamente el 31% de quienes perciben bajo riesgo mantienen la distancia física (en comparación a un 66% de quienes perciben un riesgo alto). "Es crucial comunicar adecuadamente los riesgos y evitar dar señales de mejora en momentos de gravedad de la crisis".

Lo mismo ocurre con la percepción de que personas cercanas toman los cuidados necesarios. La mayoría indica que sus cercanos cumplen con las medidas de cuidado. Sin embargo, las personas que viven en entornos donde las normas de cuidado no son respetadas tienden a cuidarse mucho menos ellos mismos. Así, por ejemplo, el 31% mantiene distancia física en comparación con el 64% de quienes están en entornos donde las personas sí se cuidan.

"Aquí la recomendación es comunicar ejemplos de otras personas y autoridades que cumplen con las normas sanitarias y evitar constantemente comunicar casos de incumplimiento", detalla el estudio. 

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