Fue una diligencia que se realizó en extrema reserva. El 29 de octubre pasado y cuando cumplía dos semanas en prisión preventiva luego de ser formalizado por el delito de cohecho reiterado, Óscar Meriño, exjuez del Segundo Tribunal Tributario y Aduanero prestó declaración ante la fiscalía, en una investigación en que se le atribuye recibir pagos a cambio del nombramientos a dedo de peritos para distintos litigios que él mismo encabezaba. Son 7 nombres los investigados y algunos- de acuerdo a la indagatoria- serían cercanos a Meriño. El interrogatorio tuvo pasajes como estos:
-“¿Coordinó usted por WhatsApp la designación de peritos en causas tributarias a su cargo?”- preguntó el fiscal Jaime Retamal.
-“No que yo recuerde”- Fue la respuesta del ex juez Meriño, que fue removido de su cargo en marzo de este año y que actualmente, luego de ser formalizado por cohecho, está cumpliendo prisión preventiva en el anexo penitenciario Capitán Yáber.
Una de las principales sospechas del Ministerio Público recaen sobre un grupo de WhatsApp llamado “Gerencia”. Las indagatorias buscan establecer si desde esa mensajería, que estaba integrada por su pareja Auddy Graterol, el hermano de Meriño y su cuñada, se coordinaron parte de los honorarios que recibirían los peritos designados. Esto pues, entre los hallazgos, figuraban comprobantes de pago de dineros transferidos a Mejías San Martín Spa, sociedad constituida por la madre y el hermano de Óscar Meriño.
“Acá hay un tema que aclarar, no recuerdo lo que me pregunta, pero lo que yo hice, y fue mi gran error, es que algunos de estos peritos yo los conocí en la Universidad y considerando que mi hermano se encontraba sin trabajo y su señora sufría de esta enfermedad, los puse en contacto y de alguna manera incentivé que le dieran trabajo a él. Básicamente le solicité a las personas que conocía en la universidad que le dieran trabajo. En ese grupo se encontraban también peritos, siendo que él era de profesión Ingeniero Comercial”, respondió Meriño, indicando, además, que su hermano realizaba asesorías.
“Esa sociedad la controlaba Néstor (su hermano), de hecho aparecía mi mamá, pero yo creo que ella no sabía que formaba parte de esa sociedad, pero Néstor controlaba esto. Quiero aclarar que las clases se daban en línea”, añadió. Una respuesta que posiblemente no convenció del todo al investigador por un hallazgo: La sociedad Mejías San Martín en agosto del 2022 recibe un depósito por la suma de $2.367.494 del perito Fernando Saavedra.
“Lo que yo sé es que en este caso Fernando Saavedra Estay contrató a Auddy Graterol para que trabajara con él, posteriormente ese es el saldo que ella recibió por el trabajo y ella lo informó por el grupo”, dijo Meriño para justificar ese registro en WhatsApp. Saavedra, según la investigación, realizó dos peritajes por los que habría cobrado un monto superior a los 13 millones de pesos. Pero hay más.
La fiscalía, en su interrogatorio, le preguntó directamente si la sociedad Mejías San Martín pagó el colegio de sus hijos. “No lo recuerdo. Pero pasa lo siguiente, yo vengo de una familia ‘aclanada’, somos pocos, somos tres y lo que yo hice mientras fui juez es que yo le deposité todo mi sueldo a mi hermano siempre. Mi hermano Néstor, con eso, mantenía la vida de mi madre en Villarrica, también se mantenía él y la diferencia me la devolvía a mí. Además, pagaba algunas cosas mías y si quedaban 500.000, eso me los daba”, dijo y agregó que “es probable que en este sentido, puede haber tomado esa plata, ponerla en la sociedad y pagar el colegio, pero básicamente era mi plata (...) Además, yo tenía un sueldo bastante alto y no tenía necesidad de que alguien me pagara eso. Yo hacía esto por mi familia. Mi remuneración tiene que haber sido aproximadamente 7 millones de pesos líquidos y eso todo lo transfería a Néstor”.
“¿Instruyó usted a Auddy Graterol que contactara abogados de las causas tributarias pendientes en su tribunal usando un libreto para sugerirle que se contrataran peritos contables?”- Volvió a la carga el Ministerio Público.
“No y no existe tal libreto, pese a lo que se dijo en la audiencia de formalización, pero ese es un documento que no confeccioné yo y que, además, tiene errores (...) Por lo que entiendo fue algo que se introdujo en la bodega, la cual no tiene llaves. Esto, porque yo tuve un problema con una pareja quien entró a robar mi computador, cuestión que denuncié en Carabineros el año 2020”, concluyó.
Un interrogatorio clave que se conoce a pocas horas que se informara que la Corte de Santiago, en fallo unánime, rechazó el recurso de amparo presentado por su defensa, en contra de la resolución que ordenó la detención y su posterior formalización.