Eran conocidos en el sector poniente de la capital como barristas activos de la Garra Blanca. Organizaban rifas, eventos comunitarios y entregaban regalos en Navidad en barrios de la comuna de Pudahuel. Sin embargo, tras esa fachada se escondía un millonario negocio de tráfico de drogas. Los conocían como "The Testables" (Detestables), una banda que, pese a la caída de su líder, continuó operando con normalidad.
Tal como reveló Reportajes T13, fue el pasado 3 de diciembre de este 2025 que un masivo allanamiento de la PDI marcó un punto de inflexión en la investigación. Más de un centenar de funcionarios irrumpieron en cerca de 30 domicilios de Pudahuel, poniendo fin a una operación que llevaba años funcionando en silencio.
Entre los elementos incautados, uno llamó especialmente la atención: un bombo ligado a la Garra Blanca, con el nombre "The Testables" estampado.
Murales, consignas y saludos con referencias a Colo-Colo convivían con armas, droga y dinero en efectivo. Detrás de esa estructura estaba Angelo Poza Chacana, conocido como el “Gordo Angelo”, acusado de homicidio, tráfico de armas y tráfico de drogas, además de ser investigado por el eventual financiamiento de un piño de la Garra Blanca.
Angelo Poza figuraba desde hace años en el radar policial. En 2020 fue imputado por el homicidio de un menor colombiano de 16 años, en el marco de una disputa territorial entre bandas rivales. Aunque estuvo más de un año en prisión preventiva, la causa no prosperó y quedó en libertad, retomando sus actividades delictivas.
En mayo de este año volvió a ser detenido, esta vez tras un allanamiento en Renca, donde incluso intentó huir por los techos. Lo más llamativo no fue su intento de escape, sino el hallazgo de una maleta con cerca de 400 millones de pesos en efectivo, dinero que, según la Fiscalía, estaba destinado a la compra de grandes cargamentos de droga.
Quién es Paula Soto Becerra, la pareja del "Gordo Angelo", que continuó sus crímenes en "The Testables"
Pero mientras Angelo Poza estaba en prisión, el negocio no se detuvo. Quien tomó el control fue su pareja, Paula Soto Becerra.
De acuerdo con la investigación, Soto se transformó en el principal enlace entre el líder encarcelado y la estructura criminal que seguía en libertad: Visitaba regularmente la cárcel y al salir, realizaba un "tour" transmitiendo instrucciones y asegurando que el tráfico de drogas continuara operando en Pudahuel Sur.
Los puntos de venta funcionaban a toda hora, según Reportajes T13. Entraban y salían consumidores sin distinción, en un barrio donde, según vecinos, el tráfico era una realidad conocida y normalizada.
Paralelamente, "The Testables" mantenían una activa presencia en la vida pública: completadas, eventos comunitarios y celebraciones navideñas que buscaban preservar una imagen frente a la comunidad.
Durante los allanamientos de diciembre, Paula Soto Becerra fue detenida. En el domicilio donde se encontraba se incautaron lienzos de "The Testables", cinco armas de fuego, droga y otros elementos.
Para la Fiscalía, no hay dudas: "The Testables" eran liderados por el "Gordo Angelo" y financiados con dinero proveniente del narcotráfico. Tras su caída, fue su pareja Paula quien mantuvo en pie la estructura criminal.
Y una prueba más del vínculo entre la banda y el piño barrista quedó reflejada en un afiche que promocionaba una “Navidad popular” organizada por "The Testables": Tras la detención de la banda narco, el evento fue cancelado.