En Chile existen 805.564 armas inscritas, hasta julio de este año, ya sea para la realización deportiva, caza o defensa personal, esto de acuerdo a los datos entregados por la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN).

Es debido a esta información que el Gobierno y un grupo de parlamentarios liderados por el diputado Daniel Farcas, del Partido por la Democracia (PPD), buscan modificar la Ley N°17.798, que regula el uso, tenencia y porte de armamiento, consignó La Tercera.

La Ley no contempla la regulación de las armas de fogueo, balines, rifles a postones o aire comprimido, éstas últimas utilizadas habitualmente en robos o asaltos. Debido a ello, fue que los parlamentarios presentaron el 6 de octubre un proyecto de ley que modifique la Ley N°17.798 y que reglamente su uso y compra.

Farcas, quien es presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara Baja, señaló que “el control de armas en Chile y en el mundo es una prioridad para luchar contra el crimen organizado, el narcotráfico y la mafia. En ese sentido, esta iniciativa es muy importante y significativa”.

Gonzalo Fuenzalida de Renovación Nacional (RN), miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana, junto a Farcas, indicó lo relevante que es regular todas las armas en Chile, ya que a su parecer “son utilizadas para cometer delitos y de alguna manera tenemos que tener una normativa que sea súper clara y específica con cualquier arma que parezca de fuego”.

Dentro de las propuestas que contempla el proyecto, está el que se reduzca de cinco a dos años, el periodo en el que las personas deben acreditar que cumplen con los requisitos para tener un arma, una vez adquirida una. Otra propuesta, es crear un registro con las huellas dactilares, de quienes adquieran armamento.

Según lo que sostuvo Farcas, “muchas veces la gente se olvida que tiene un arma (…). Para nosotros es muy importante que cada arma tenga el registro actualizado y, en ese sentido, todos estos registros van en la línea de que tengamos información muy al día de quién, cuándo y cómo ha registrado un tipo de armamento y municiones”.

Además, se planteó la creación de un ADN balístico, el que permitiría conocer desde qué arma se realizó un disparo determinado.

Gabriel Silber, diputado de la Democracia Cristiana (DC), quien también es parte de la iniciativa, dijo que “queremos robustecer lo que se refiere al tema de la creación de un ADN balístico, para que exista una suerte de trazabilidad entre una bala percutada y un arma disparada”.

Fuenzalida, explicó que “se necesita tener un banco único y una trazabilidad de la bala; con eso se puede determinar, tras una pericia, con qué arma fue disparada esa bala y dónde se compró el arma. O sea, se puede hacer el historial completo”.

El presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara Baja, indicó que han entablado conversaciones con el Gobierno para que apoye la iniciativa.

En lo que concierne a la DGMN, que es la encargada de regular las armas, explosivos, pirotecnia y elementos químicos controlados, entre otras cosas, integrantes de ésta comentaron que si bien valoran el proyecto, tienen algunas inquietudes respecto a áreas técnicas que no se han abordado.

La mayor Macarena González, jefa del Departamento Jurídico de la DGMN, manifestó que “en el caso de un arma de fogueo, si no tiene una parte donde puedas acuñar un número, un sello o algo, es difícil poder identificarla, eventualmente”.

Agregó que en términos técnicos “habría que definir el concepto legal bajo el cual se van a controlar. Si tendrán algún tipo de control igual al de un arma de fuego o se usará otro tipo de fiscalización, como la de los bastones de electroshock”.

Sostuvo, que la propuesta del banco de huellas le resulta novedosa, pero que “hay que ver en la práctica cómo, eventualmente, se compatibiliza con la ley que crea el Sistema Nacional de Registro de ADN y, además, habría que concordarlo con la Ley 19.628, que se refiera a la protección de la vida privada”.

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