El próximo 31 de marzo vence el plazo para pagar el permiso de circulación 2024, ya sea la totalidad o al menos la primera cuota, debiendo cancelar la segunda en agosto.

Un requisito para obtener este documento, además de verificar que no existan multas de tránsito no pagadas y tener la revisión técnica vigente, es contar con el Seguro Obligatorio de Accidentes Personales, más conocido por su sigla, el SOAP.

¿Por qué el SOAP es obligatorio y qué lo diferencia de los otros seguros?

El SOAP, como su nombre lo dice, es un seguro obligatorio y exigido por la Ley, que cubre la muerte y lesiones corporales que sean consecuencia directa de siniestros de tránsito sufridos por personas en los cuales intervenga un vehículo asegurado.

Su cobertura permite pagar los gastos de hospitalización o atención médica, quirúrgica, farmacéutica y dental, o de rehabilitación. En caso de invalidez o muerte indemniza al afectado o a los beneficiarios, según corresponda.

Es por este motivo que se debe obtener cada año y es requisito para poder adquirir el permiso de circulación y, por ende, circular legalmente por las calles del país.

El seguro automotriz, en tanto, es un seguro opcional que puede contratar el propietario de un auto, destinado a proteger el vehículo mismo.

Éste puede ser contra daños, robos, accidentes, entre otro tipo de coberturas. Sus valores dependerán del deducible por el que opte cada persona —la suma de dinero que siempre será con cargo al propietario en caso de que el auto asegurado sufra algún daño— y los servicios que entrega: asistencia por avería, auto de reemplazo, conductor de reemplazo, taller mecánico, entre otros.

El seguro automotriz lo puedes cotizar y contratar a través de aseguradoras, bancos, casas comerciales, entre otras instituciones. Sólo se contrata una vez —no cada año como el SOAP— y se paga una cuota mensual como en la mayoría de los servicios, pactada en UF y que aumenta según el valor de ésta, hasta que la persona decida poner fin al producto contratado.

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