Economist Intelligence Unit (EIU), unidad de análisis de The Economist, comparó la calidad de respuesta de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ante la pandemia del coronavirus COVID-19. 

En la publicación se estudió a países como Estados Unidos, Australia, Japón, Reino Unido, Chile, entre otros.

En el reporte se evaluó el actuar de las naciones respondiendo a tres factores: Número de pruebas de detección del virus, provisión de servicios de salud que no son de COVID-19 y el número de muertes por encima del promedio.

Además se revisaron atenuantes como factores de riesgo preexistentes. En relación a este ítem se tomó en cuenta la población de adultos mayores, prevalencia de obesidad y número de llegadas internacionales al país.

Según el análisis, los países que mejor respondieron a los contagios fueron Australia, Austria, Alemania, Dinamarca, Islandia, Israel, Nueva Zelanda y Noruega. 

Por otro lado, en la categoría de respuesta "buena" está Chile, Francia, Portugal y Estados Unidos; Japón, Países Bajos, Corea del Sur, Suecia y Suiza están un escalón más abajo en relación al manejo de la pandemia.

"Finalmente, el desempeño de Chile es comparable al de Francia o Estados Unidos, y mucho mejor que el de Reino Unido, por ejemplo. Esto muestra que los países más ricos no necesariamente abordaron mejor la pandemia que los menos ricos", señala el artículo.

"Alguna vez rol modelo, ahora entre los peores"

El estudio de The Economist contrasta con un artículo de Bloomberg, publicado este martes 16 de junio, donde se cuestionó la gestión de las autoridades chilenas frente a la crisis sanitaria que comenzó con la llegada de los primeros casos de COVID-19. 

Bloomberg señala que Chile tomó medidas de países ricos "para darse cuenta -una vez más- que un gran porcentaje de sus ciudades son pobres". Además, explican que entre las cosas que "salieron mal" están las cuarentenas porque solo funcionan para las personas que tienen recursos para quedarse en sus casas y no para la población más vulnerable.

"Quedarse en casa durante largos períodos, el mundo ha aprendido bastante dolorosamente, no es una opción real para muchos", señala la publicación.

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