Por Sandra Burgos y Cristián Rivas

Este viernes, a la 9 horas, llegarán hasta el Juzgado de Garantía de Puente Alto, los abogados de los ex ejecutivos de CMPC y SCA (ex Pisa). Allí se realizará la audiencia que podría poner la lápida a la arista penal del “cartel del tissue”. Se trata de la tercera oportunidad en que se convoca a este proceso y se espera que esta vez no sea aplazado por la falta de notificación de algún involucrado.

En todo caso están todos preparados para que esta vez se cierre definitivamente el caso en la justicia penal, ya que la Fiscalía Metropolitana Sur comunicará oficialmente la decisión de no perseverar con la investigación contra CMPC, SCA y los ex ejecutivos de las compañías que participaron en la colusión.

El caso, que fue investigado por el fiscal Cristián Galdames, no pudo avanzar, dado que fracasó en su intento por acceder a los antecedentes reservados de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), que eran fundamentales para poder fundar algún tipo de acusación de manera seria.

Justo a un año del escándalo

Coincidencias del destino o no, el cierre del caso penal se podría producir justo a un año de que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) destapara el caso, al presentar ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) un requerimiento en contra de CMPC, la firma controlada por el grupo Matte y SCA Chile, hoy de capitales suecos, pero antes de propiedad del empresario Gabriel Ruiz-Tagle.

Tras casi un año de investigación en reserva, el organismo había determinado que estas empresas sostuvieron durante más de 10 años un cartel de reparto de mercado y fijación de precios en el negocio de productos de papel tissue —tales como papel higiénico, toallas de papel, servilletas y pañuelos desechables, entre otros—, con las marcas Confort, Elite, Nova, Noble y Orquídea, en el caso de CMPC, y Favorita y Magiklin, en el de SCA. Ambas representaban cerca del 90% del mercado tissue.

Las dos compañías solicitaron acogerse al programa de delación compensada, por lo que en su requerimiento la FNE solicitó al tribunal eximir de multa a CMPC y aplicar una sanción de 20.000 UTA, equivalentes a US$ 15,5 millones, a SCA.

Hoy el caso sigue su curso en el TDLC y el 14 de diciembre serán los alegatos de la causa, los cuales podrían extenderse por dos días. Tras ello vendrá la sentencia, la cual podría darse a conocer durante el primer trimestre del próximo año.

¿En qué están las principales caras?

A un año de que estallara el caso, quienes estuvieron involucrados o fueron afectados con el escándalo de la colusión, tratan de recomponer sus rutinas, pero ya fuera de la figuración pública.

Por el lado de SCA, el Empresario Gabriel Ruiz-Tagle era una de los nombres más reconocidos. Ex ministro de Deportes del gobierno de Sebastián Piñera, Ruiz-Tagle había sido fundador de Papeles Industriales (PISA) en los 80, inicialmente como importadora de papeles y luego como fabricante directo. Su crecimiento llamó la atención de la firma sueca SCA, que en 2000 adquirió el 50% de la compañía en un monto cercano a los US$ 55 millones de esa época y luego, en 2004, adquirió el resto.

Ruiz-Tagle está involucrado en este proceso, porque el caso de colusión denunciado se habría extendido entre 2000 y 2011, cuando todavía era parte de la propiedad de la firma. Al momento de la denuncia el año pasado, el empresario venía de culminar su paso como ministro de Piñera y antes como presidente de Blanco y Negro, la sociedad concesionaria a cargo de Colo-Colo.

Desde su entorno cuentan que en el último año Ruiz-Tagle ha concentrado su quehacer en la sociedad familiar Triplei, desde donde ha realizado inversiones en empresas de distintos rubros, pero con la característica de que en ninguna de ellas toma el control. La firma, que tiene oficinas en el barrio San Damián, ha ido creciendo en el último tiempo y sumado nuevos ejecutivos, entre ellos varios de sus hijos.

En la otra vereda, el ex gerente general y director de CMPC, Arturo Mackenna, no se alejó del todo del grupo Matte tras dejar el directorio en octubre de 2015. A partir de abril de este año Mackenna —ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile— pasó a integrar el directorio de la eléctrica Colbún, y además de eso ha continuado profundizando su relación con la Universidad Finis Terrae, donde actualmente es presidente de su Consejo Superior.

Según describen sus cercanos, Mackenna no tiene otro tipo de emprendimientos personales.

Respecto al ex gerente general del área Tissue de CMPC, Jorge Morel, a quien la Fiscalía Económica identificó como los ideólogos de la colusión junto a Ruiz-Tagle, se comenta que tras su salida de la compañía no ha mantenido contactos con la empresa ni sus ejecutivos. Más bien, se dedicó por completo a su defensa, a reconstruir la historia de lo que sucedió y aportar información de lo que fueron esos años en CMPC.

Durante casi todo este año, estuvo asistiendo periódicamente a las oficinas del estudio Grasty Quintana Majlis, preparando junto al abogado Jorge Meneses la argumentación para enfrentar su defensa.

Cercanos al ex ejecutivo señalan que eso ocupó gran parte de su tiempo, ante lo cual “no era momento para pensar en rehacerse o involucrarse en algún negocio o actividad para retomar su vida laboral”.

Agregan que ha sido un año complicado, porque cuando ya todo comenzaba a definirse en la arista penal que era lo que más le preocupaba, se le detectó una enfermedad importante a un miembro de su familia.

Sobre el rumbo del empresario Eliodoro Matte, desde CMPC cuentan que se lo ha visto de vez en cuando en las oficinas de la firma en el centro de Santiago, participando de reuniones y conversaciones con algunos directores y ejecutivos. Desde luego, con mucho menos intensidad de cuando iba todos los días a su oficina del piso 10 de Agustinas 1343.

Tras su salida del directorio de CMPC en abril pasado, y de la presidencia del Centro de Estudios Públicos (CEP) en diciembre del año pasado, su centro de operaciones ha estado ubicado en el barrio El Golf, al alero del family office Inversiones Porto Seguro, desde donde manejan sus distintas participaciones en empresas de la familia, pero además con inversiones en instrumentos de renta fija.

Allí es secundado por su hijo mayor, Eliodoro Matte Capdevila, como vicepresidente ejecutivo, sobre todo luego de que este también renunciara a los directorios de distintas empresas controladas por la familia en abril pasado, y se concentrara en proyectos personales de tipo social.

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