En la escena de la música electrónica su nombre artístico es DJ D-Sol. En el mundo de las finanzas, David Solomon.

Solomon acaba de ser nombrado director ejecutivo de Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión del mundo.

Asumirá el liderazgo en el mejor de los escenarios, justo cuando el banco informó de un aumento de sus ganancias del 44% en el segundo trimestre de este año (US$2.350 millones).

Lejos de ser el típico hombre de Wall Street, el banquero de 56 años es famoso por pinchar en fiestas electrónicas en Los Ángeles, Bahamas, Nueva York o Miami.

Quienes lo conocen dicen que es un ávido coleccionista de vinos que lleva sus propias botellas a los restaurantes y que practica yoga regularmente.

Él no esconde sus gustos de fin de semana y por el contrario, utiliza su hobbie para entablar amistad con los banqueros jóvenes que se unen a la firma y construir un perfil público amable, que dista mucho de la deteriorada imagen del sector bancario en la opinión pública, particularmente después de la gran crisis financiera de hace una década.

"No se si ver al CEO de Goldman Sachs pinchando en un club va a cambiar la percepción de la industria. Tenemos que hacer mucho trabajo en ese frente", dijo el ejecutivo.

Siguiendo la misma línea, y como suelen hacer los líderes carismáticos en la política y los negocios, hablarle a la audiencia sobre la importancia de cultivar las cosas que te apasionan y no solo dedicarse a trabajar, es un discurso que gana adeptos.

"Si no puedes encontrar una manera de tener pasiones, de seguirlas y de unirlas a tu vida profesional y personal, es más difícil tener la energía para seguir haciendo lo que hago", dijo en un podcast corporativo Solomon.

Vendedor de "bonos basura"

Nacido en Nueva York, Solomon estudió ciencia política y gobierno en el Hamilton College.

Su carrera en el sector bancario comenzó en Irving Trust y luego continuó en Drexel Burnham, un banco de inversión que se declaró en bancarrota en medio de un escándalo por fraude en los 90.

En esa compañía vendía "bonos basura", títulos financieros de alta rentabilidad con baja calificación crediticia emitidos por una empresa o por un Estado, cuya principal característica es que tienen un alto riesgo de impago, tanto del capital como de los intereses.

Luego pasó a trabajar para el difunto banco de inversión Bear Stearns, que más tarde colapsaría durante la crisis financiera de 2008.

Ahí ascendió hasta liderar de la división encargada de las inversiones en los bonos de alto riesgo, una posición que le permitió jugar en el mercado con millonarias apuestas, con la misma adrenalina que puede generar un deporte aventura, pero con unas consecuencias pueden llegar a ser devastadoras para los inversores y la economía global.

En 1999 fue contratado por Goldman Sachs, uno de los más poderosos centros de poder político-financiero de Estados Unidos. No en vano varios de sus directivos han pasado a ocupar altos cargos en el gobierno estadounidense.

Ese fue el caso de Henry Merritt Paulson, director ejecutivo de la entidad que asumió la cartera del Tesoro en el gobierno de George W. Bush.

David Solomon ascendió rápidamente en la firma y ocupó el cargo de jefe de la División de Inversiones durante una década, hasta diciembre de 2016, cuando pasó a ocupar el segundo puesto en la línea de mando, reemplazando a Gary Cohn, quien se fue a trabajar como jefe de asesores económicos de Donald Trump.

En la era del bitcoin y las finanzas digitales

Hace unas semanas, el banquero dijo que Goldman Sachs ampliará su portafolio para hacer inversiones en bitcoin y otras criptomonedas.

El banco "debe evolucionar su negocio y adaptarse al ambiente", dijo Solomon.

"Estamos escuchando a nuestros clientes e intentando ayudarlos, dado que ellos también están explorando esas cosas".

No es raro que haga ese tipo de declaraciones, puesto que Solomon es conocido por tener una relación muy cercana con los grandes clientes corporativos del banco.

Otro de sus desafíos es el desarrollo de nuevos negocios dirigidos directamente a los consumidores, como la marca Marcus, que ofrece préstamos y cuentas de ahorro y que está analizando la posibilidad de vender tarjetas de crédito, hipotecas y seguros.

"Estamos actualmente construyendo una plataforma financiera digital para consumidores", dijo Solomon.

"Creemos que las finanzas digitales están en un punto de inflexión".

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