Cristián Rivas N.

Un año complejo espera a las principales mineras del país en 2017. Los expertos coinciden en que el precio del cobre no se recuperará durante el ejercicio —el metal se ha mantenido en torno a los US$ 2 por libra, al límite de los costos de operación de varios yacimientos—, pero tanto Codelco, BHP Billiton, Anglo American y Glencore, deberán enfrentar a lo largo del año negociaciones colectivas que ya se anticipan muy duras y difíciles. 

Sobre todo, considerando lo que ya ocurrió la semana pasada en Los Bronces, donde finalmente cada uno de los mineros recibirá $9 millones en bonos y otros $3 millones como préstamo blando, entre otros beneficios. 

De acuerdo a un catastro que maneja internamente el Consejo Minero, en 2017 deben negociarse nada menos que 15 contratos colectivos. De ellos, los que sobresalen, sin duda, son Escondida (BHP Billiton), Chuquicamata (Codelco) y Collahuasi (Anglo American y Glencore), que vencen en enero, febrero y octubre respectivamente, pero que involucran un tercio de la producción de cobre nacional. 

Juntos, suman nada menos que 1,9 millones de toneladas de cobre y siempre que en ellos se han enfrentado huelgas o negociaciones colectivas –que incluso se han extendido por cerca de un mes en algunos casos-, han tendido a impactar fuertemente el precio del cobre en los mercados internacionales, ante la expectativa de una menor oferta.

Estos tres yacimientos negociaron sus contratos colectivos en 2013. Collahuasi fue la última y logró beneficios líquidos por un total de $19 millones (bonos por término de conflicto y créditos blandos) por trabajador. Esa suma incluso estuvo por debajo de los beneficios históricos de $23 millones que recibieron los mineros de Escondida a comienzos de ese año, y los $19,8 millones obtenidos por los sindicatos de Chuquicamata.

Mineras con pérdidas

Pero eso fue en tiempo de vacas gordas. Cuando el precio del metal todavía se movía en torno a los US$ 3 la libra o más y las compañías gozaban de mejores resultados que en la actualidad. Una rápida mirada a los balances que las firman han entregado al cierre del primer semestre de este año a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), da cuenta de que no todas están en buen pie para enfrentar una negociación que podría finalmente ser muy dura. 

Mientras Anglo American Sur, cuyo principal activo es Los Bronces, registró pérdidas por US$ 114 millones al cierre de junio, y las pérdidas de Codelco rozaron los US$ 100 millones, en otros yacimientos como Collahuasi la situación es distinta. La minera dio cuenta de una utilidad de US$ 172 millones. Es decir, pese al bajo precio del cobre su operación todavía sigue siendo rentable. 

“No queda claro que las expectativas de los trabajadores se han ajustado de acuerdo a los nuevos precios del metal y los resultados de las compañías. En Codelco, por lo que pasó en Salvador recientemente da la sensación que sí, pero en el resto de la industria aún no ha sucedido”, describe el director ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo.

En la División Salvador de Codelco, los mineros de un sindicato aceptaron la oferta de $2,5 millones, pero el otro sindicato que negociaba la aceptó después de cinco de días de huelga.

En Collahuasi, el presidente del Sindicato 1, Felipe Román, que agrupa unos 1.500 mineros, dice que la situación de la minera es muy distinta de Salvador y Los Bronces, en términos de resultados,  por lo que su referente será lo que suceda en Escondida en enero próximo. “Escondida nos va a dar el piso para lo que será nuestra negociación. Ellos son los más grandes”, describe. Sobre la posibilidad de que la compañía los invite a adelantar la negociación, dijo que dependerá de las propuestas que hagan y de lo que voten en asamblea.

Un dato no menor en 2017, sobre todo relativo a lo que suceda con el yacimiento Chuquicamata de la estatal Codelco, es que se trata de un año de elecciones, y las presiones desde el mundo político también podrían ser importantes a la hora de alcanzar acuerdos.

Duras batallas

En el pasado, Escondida, Chuquicamata y Collahuasi, han estado entre los sindicatos más duros a la hora de negociar. Para el vencimiento de los contratos anteriores (la mayoría hace tres o cuatro años), el precio del cobre se movía en sus peak, por lo que las mineras cedieron a la presión de bonos abultados. Pero la negociación inmediatamente anterior a esa tuvo un cariz distinto y todos estos sindicatos finalmente votaron la huelga.

El año 2010 partió y cerró con huelgas mineras. A comienzos del ejercicio fue el turno de Chuquicamata, donde se vivieron tensas 48 horas de paro, tras lo cual se entregó a cada uno de los más de 4 mil mineros la suma de $12 millones en bonos.

Collahuasi fue la batalla más dura. Los cerca de 1.000 mineros aceptaron una oferta al término de 32 días de huelga –donde se registraron incidentes de todo tipo en el yacimiento de la Región de Tarapacá-, que incluía un bono de $12 millones más $2 millones de un crédito blando. 

Pero sin duda, una de las paralizaciones más recordadas ocurrió en Escondida, el año 2006. La toma duró 25 días, desde el 7 de agosto hasta el 1 de septiembre, y finalmente los trabajadores se desembolsaron un bono por $ 9 millones. 

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