“Una victoria de Trump pillará a los mercados por sorpresa, creará incertidumbre y probablemente pondrá a la renta variable bajo presión”, decía un día antes de la elección presidencial estadounidense, el director de inversiones de Deutsche Asset Management, Stefan Kreuzkamp. En retrospectiva, sus palabras hoy suenan como una profecía cumplida.

Al igual que Kreuzkamp, muchos otros analistas del mundo entero pensaban de una manera similar, y fue lo que efectivamente ocurrió.  Luego del triunfo de Donald Trump, la incertidumbre se apoderó de los mercados en todo el orbe. Todos estaban expectantes ante qué ocurriría y las bolsas comenzaron a sufrir el efecto con caídas en sus principales indicadores. Le siguió la renta fija y varios commodities.

El primer discurso del nuevo presidente, más bien moderando algunas de sus declaraciones y enviando señales concretas de fortalecimiento en áreas como infraestructura, trajo una cierta calma en algunos instrumentos —en particular el cobre por ejemplo—, y el resto de los mercados financieros comenzó de a poco a suavizar los movimientos.   

Este viernes se cumplen 10 días con un nuevo presidente electo en Estados Unidos. En las últimas siete jornadas de operación de los mercados —descontando el fin de semana de por medio—, la palabra que resume el comportamiento es volatilidad. Renta fija y variable se han movido zigzagueantes, al igual que el tipo de cambio y commodities como el cobre.

*Bolsas expectantes a los anuncios de Trump en materia económica

Las primeras 24 horas tras la victoria del candidato republicano se pueden describir como de completa bipolaridad ¿Por qué? Casi todas las bolsas abrieron la jornada siguiente con números rojos, pero durante la misma jornada varias de ellas fueron revirtiendo el negativo desempeño, e incluso muchas cerraron con números azules, sobre todo tras el primer discurso de Trump.

En Europa varias bolsas abrieron con bajas de hasta casi 4% ese miércoles, pero al cierre su tendencia era diametralmente opuesta. Alemania creció 1,56%, Francia se expandió un 1,49% e Inglaterra lo hizo en 1%. Al otro lado del Atlántico, Wall Street siguió la tendencia europea, y si bien en la madrugada veía caer en cerca de 4,5% sus futuros, cerró la jornada con cifras positivas cercanas al 1%.

Con el correr de los días, el efecto Trump ha ido perdiendo intensidad. Hoy los mercados han retomado el terreno mixto, manteniendo eso sí algo de la incertidumbre inicial, a la espera de las políticas económicas que debería perfilar el equipo del nuevo presidente en las siguientes semanas.

*Dólar recuperando fuerza

Una vez que el conteo de votos indicó la victoria del republicano, el dólar reaccionó a la baja y se depreció frente a otras monedas desarrolladas, llegando a caer hasta un 4% frente al yen japonés y cediendo espacio a su principal competidor, el euro, cuya paridad se movió a US$ 1,13 por cada moneda europea.

A más de una semana de esos movimientos, el panorama da ventaja a la moneda norteamericana. El dólar a nivel global ha vuelto a las alzas, alcanzado incluso máximos desde fines de 2015. Al contrario, el euro se ha depreciado, borrando las subidas acumuladas en el año y ubicándose por debajo de US$ 1,07.

En cuanto a las monedas emergentes, una de las más afectadas fue el peso mexicano, que ante las anunciadas políticas proteccionistas de Trump no pudo resistir y se depreció hasta mínimos históricos, situándose cerca de las 21 unidades por dólar. La divisa mexicana aún no ha podido recuperar el terreno perdido.

Desde un escenario diferente, el peso chileno  resistió bastante bien la tendencia bajista que mostró la región inicialmente y se mantuvo en torno a los $650 por dólar. Esto se explica por las alzas que exhibió el cobre, principal producto de exportación chileno, y que lograron neutralizar el efecto tipo de cambio. No obstante, en las jornadas posteriores el peso chileno finalmente también cedió, depreciándose junto a todas las demás monedas latinoamericanas, hacia niveles de $675 por dólar.

*El inesperado repunte del cobre

La promesa de Trump de incentivar fuertemente la inversión a través de un mayor gasto en infraestructura, es una de las explicaciones que encuentran los analistas para explicar la fuerte alza observada en el precio del cobre desde el 9 de noviembre.  En sólo tres días, el metal  rojo acumuló un alza de 17,1% y llegó a cotizarse muy cerca de los US$ 2,7 por libra.

Sin embargo, a partir del lunes el efecto comenzó a disiparse y el valor tendió a estabilizarse en las últimas jornadas en torno a los US$2,46 por libra, que de todos modos es un precio atractivo frente a los US$ 2 que llegó a marcar en su peor momento.

*Oleada de venta de bonos

La renta fija ha sido uno de los instrumentos más golpeados desde el triunfo de Trump, debido a que sus tasas de interés se elevaron a nivel global, generando una oleada de ventas especulativas que no ha cesado.

Esto en parte se explica porque, una semana antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, si bien el país esperaba un alza en las tasas de interés en un horizonte cercano, todo indicaba que, de ganar Trump, la Fed tendría menos intensiones de subirlas este año. Sin embargo, a diez días del referéndum, el escenario es completamente opuesto. De hecho, las probabilidades de que la Reserva Federal aumente los tipos de interés, en su próxima reunión el 14 de diciembre, han escalado hasta un 94% y la propia Janet Yellen, dijo este jueves que la subida será “relativamente pronto”.

Para mencionar algunos ejemplos, los bonos del tesoro estadounidense a 10 años tenían una tasa de 1,80% antes del triunfo de Trump, y posterior a ello, ascendieron hasta 2,2%.

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