Las calculadoras financieras comenzaron a funcionar temprano en la mañana. El precio del dólar se empinó a primera sobre los $ 611 y cerró la jornada en torno a US$ 613, es decir, $ 3 más que el cambio del viernes pasado. A eso se añadió el precio del cobre que concluía en US$ 2,89 la libra, o sea, 2% más bajo que la semana anterior.

Las explicaciones sobraban, al igual que las miradas de preocupación. La caída generalizada de los commodities estaba empujando a todas las monedas de países exportadores de materias primas a una fuerte depreciación. Si el dólar comenzó el año marcando $525, a la fecha registra un alza de 15,9%.

¿Qué significa esto? Que la economía se vuelve más débil frente al mundo porque se desvaloriza su producto de exportación. Chile no es la excepción, ya que el 53% de los embarques totales está dado por el cobre.

La economía se vuelve más débil frente al mundo porque se desvaloriza su producto de exportación. En Chile, el cobre representa el 53% de los embarques totales.

¿Qué es lo que hace bajar al cobre? Básicamente China que ya no está creciendo sobre el 10%, sino que se encuentra “administrando” su propia burbuja inmobiliaria, lo que la fuerza a reducir la expansión del crédito y a invertir menos, por ejemplo, en infraestructura y viviendas. A eso se sumó una cifra de producción manufacturera levemente inferior a lo que el mercado esperaba para que las materias primas se derrumbaran un poco más. El valor del cobre ha caído 12,4% en lo que va del año, comenzó sobre los US$ 3,3 la libra y hoy ya bajó la barrera de los US$ 2,90.

¿Es malo que China se ponga como meta una expansión de la economía cercana al 7,5%? No necesariamente, si eso le permite sortear la posibilidad de una crisis financiera quizás tan grave o peor que la que generó la crisis subprime en Estados Unidos y Europa. El escenario de una debacle económica en China es una opción bastante más negativa para Chile, que un crecimiento más lento.

No todas son malas noticias desde el exterior. La caída del petróleo Brent a US$ 65, beneficia a países importadores netos de crudo como Chile

Ahora bien, no todas son malas noticias desde el exterior. La caída del petróleo Brent a US$ 65 beneficia a los países importadores netos de crudo como Chile. Este efecto sumado a una disminución de las presiones inflacionarias en la economía –menor ritmo de crecimiento de los salarios reales y del consumo- hace augurar a los analistas que noviembre y diciembre serán de índices de precios mensuales negativos, lo que ayudará a reducir la inflación que en octubre se alojó en torno a 5,7% anualizada, aunque se mantendrá pegada en torno a 4% hasta septiembre u octubre.

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