Si hay alguien que conoce la reciente trama del Banco Mundial, que este fin de semana reconoció adulteraciones en el ranking global de competitividad “Doing Business” que afectaron directamente a nuestro país, es el economista chileno, consultor internacional y escritor, Sebastián Edwards.

El académico de la Universidad de California (UCLA), de residencia permanente en Los Ángeles, Estados Unidos, fue compañero de aula en Chicago de uno de los protagonistas de esta historia: el economista jefe del Banco Mundial, Paul Romer, quien pidió disculpas a Chile por una “contaminación” de la metodología alentada por consideraciones “políticas”.

Pero además, Edwards conoce de primera mano las dinámicas internas del Banco Mundial: fue economista jefe para América Latina entre 1993 y 1996. Desde esa perspectiva es voz autorizada para desmenuzar la polémica que cayó como una bomba de racimo y que el gobierno de Michelle Bachelet calificó como “inmoral”.

-¿Cómo interpreta la declaración de Paul Romer denunciando manipulación del ranking global “Doing Business”?

En primer lugar lo que dijo Paul Romer no fue denunciar que se había atacado a Chile deliberadamente, lo que él hizo fue criticar un cierto trabajo que se hizo en el Banco Mundial desde el punto de vista metodológico o reconocer que ese trabajo tenía problemas. Luego lo que dijo es que el país más perjudicado había sido Chile. Y que por tanto él, a nombre del Banco Mundial, quería disculparse pero no fue una declaración diciendo que ha habido una conspiración en contra de Chile.

-Pero Romer dice haber detectado manipulación de los datos e introduce una variable de "contaminación política" del staff que realiza el reporte, decisiones que terminaron perjudicando, dice, a nuestro país...

Él menciona eso, obviamente mientras no sepamos que pasó, mientras la investigación, que ya prometió el Banco Mundial no se lleve a cabo, no vamos a saber eso. No lo descarto, pero al mismo tiempo, encuentro bastante improbable que haya sido motivación política en contra de Chile. Lo que es más probable, aunque no lo sabemos, es que haya habido un afán de parte de ciertos funcionarios por realzar un enfoque respecto del tema económico que no coincidía exactamente con lo que estaba haciendo Chile en ese momento. Es decir, cuando habla Romer de un elemento político es a favor de un cierto modelo, más que en contra de un país. Esto de la personalización del tema respecto de Chile es una cuestión puramente de coincidencia, no hubo una intención con respecto a Chile, esa es mi interpretación respecto de los hechos.

Lo que dice Romer es todo verdad, en el siguiente sentido: se hicieron cambios metodológicos en lo que, además, no hay ningún misterio porque aparecen en la página del sitio de Hacer Negocios (Doing Business), están todos explicados ahí, y esos cambios metodológicos cambiaron el ranking de distintos países. Lo que dice Paul Romer es que el país más perjudicado fue Chile. Ahora si el país más perjudicado hubiese sido Madagascar, también lo hubiese dicho Paul Romer y en vez de Chile en la entrevista en el Wall Street Journal, hubiera aparecido Madagascar.

-¿La intencionalidad política no tiene que ver con perjudicar al gobierno de Michelle Bachelet?

No me cabe ninguna duda que el tema de fondo no es Chile. Podría ser que se esta favoreciendo a un cierto modelo.

-¿Cuál es ese modelo al que se estaría favoreciendo?

Paul Romer lo dice sumamente claro, es el tema de lo que le sucede a las compañías cuando hacen su declaración de impuestos. El índice fue iniciado el año 2002, es decir, tiene 15 años. Durante estos 15 años ha habido cambios en lo que las empresas y los inversores internacionales consideran importante. Un ejemplo obvio tiene que ver con los permisos medioambientales, en el año 2002 no era un tema central y hoy día es un tema central en las inversiones en todas partes del mundo. Y en el tema de
género, lo mismo.

Lo que dice Romer es que el índice al ir adaptándose a las nuevas realidades y sumando nuevos acápites, agregó esta pregunta sobre cuál era la vida una vez que se hacía la declaración de impuestos, cuán fácil era lograr una devolución del IVA y en esa pregunta, según lo que el mismo dice, Chile cae del lugar 33 al lugar 120. Después López-Claros da el ejemplo del tema de género, que yo no lo he visto en detalle, es posible que ese también sea otro de los casos.

-¿Es posible que el Banco Mundial vaya en una dirección y su economista jefe en otra? El comunicado oficial conocido el fin de semana más bien defiende la metodología utilizada...

No ha defendido su metodología. Lo que dice el Banco Mundial es otra cosa, dice que al desarrollar nuestros modelos y nuestras mediciones nunca tenemos en consideración un país en específico, trabajamos sobre la base de ideas independientemente de cuáles sean los efectos de estos índices sobre cualquier país. Creemos que este caso se ha seguido con este principio. Está defendiendo la honestidad del proceso, pero al mismo tiempo dice, vamos a investigar. Es decir, el Banco Mundial se abre a que aquí haya un problema. ¿Qué tipo de problema? Tenemos que esperar la investigación. Si se ha manipulado la información de una manera tal en que Chile sale perjudicado y otros países salen perjudicados, y esto ha sido en forma deliberada, esto es gravísimo.

-Pero el Banco Mundial dice que los "datos objetivos no están sujetos a influencia política", mientras Romer sí dice que los resultados podrían haber estado "potencialmente contaminados por motivaciones políticas del personal del Banco Mundial"...

Influencias políticas, cualquier persona que haya trabajado en el Banco Mundial, yo fui economista jefe para América Latina en los años 90, cualquiera que ha trabajado ahí sabe que el Banco Mundial está repleto de influencias y de presiones políticas. Tiene un directorio político, con representantes que son nombrados por los gobiernos de esos países. Hay una dimensión política de fondo.

-¿Tendrá que ver esto más bien con diferencias internas dentro del Banco Mundial, considerando que primero la opinión de Romer, luego la del propio organismo y la de López-Claros no son coincidentes?

Hay una pelea en el Banco Mundial que todo el mundo que sigue ese mundillo está enterado. Paul Romer -entre paréntesis fue compañero mío en la Universidad, nos conocemos hace 35 años, de toda la vida, desde que éramos niños- ha tenido choques muy importantes con la burocracia del Banco Mundial. Paul viene del mundo académico, como habitualmente vienen los economistas jefes, yo vine de la UCLA cuando fui economista jefe para América Latina, cada uno viene de distintas universidades. Romer ha tenido choques con la burocracia del Banco Mundial y es posible, es seguro que hay un elemento de esa pelea en este tema. Hay que recordar lo siguiente: en mayo del año pasado el staff del Banco  Mundial, un grupo grande economistas fueron donde el presidente a quejarse sobre Romer y a Romer lo relevaron de su trabajo administrativo, no tiene administrativamente a cargo a todos esos economistas, porque se rebelaron en contra de él. A él le sacaron funciones.

-O sea, hay que considerar como variable el perfil de Romer, un economista atípico que no ha encajado dentro del Banco Mundial...

Romer es hijo de un político que fue gobernador del Estado de Colorado, el padre de Romer tiene una gran preocupación por el tema de la educación. Luego fue superintendente de Educación en la ciudad de Los Ángeles, que para entenderlo, es una ciudad que tiene un presupuesto de Educación mucho más grande que el Ministerio de Educación de Chile. Paul Romer, el hijo, el economista, es una especie de niño genio en su época. Fue compañero mío en la Universidad de Chicago, revolucionó las ideas sobre el crecimiento económico, ha tenido una carrera académica estelar. Fue profesor en la Universidad de Rochester, después en Berkeley, en Stanford, creó una compañía de educación por internet, una de las pioneras. La vendió a una multinacional y ganó mucho dinero, es sumamente respetado, muy exitoso, muy serio, por tanto, en cuanto a seriedad, por encima de toda sospecha.

-Pero hay que considerar los problemas internos que atraviesa ¿Puede haber influido esta posición más debilitada internamente que usted describe?

Como es un niño genio, es un académico, es muy estricto. No acepta que la gente tome atajos, ni mediocridad, muy exigente. Recibió un shock cuando vio como funcionaba la burocracia en el Banco Mundial y es una lucha que yo, que también venía de la academia, a pesar de que mi posición era diferente, porque yo era economista jefe de una región, era operacional. Yo también di una lucha que perdí. Cuando llegué al Banco Mundial decidí dar una lucha de lo que yo llamaba los 3/3 de los informes de América Latina, que tenían 300 páginas, se demoraban tres años en hacerlos y costaban 3 millones de dólares. Yo dije todo esto es excesivo, lo vamos a tener que reducir fuertemente, los informes no pueden tener más 30 páginas, no pueden demorarse más de tres meses y no pueden costar más de trescientos mil dólares. Fracasé rotundamente respecto de eso, siguieron los informes costando lo mismo. Hay una cultura que se ha ido perpetuando a través del tiempo y quienes venimos de la academia y tratamos de cambiar, tenemos un choque y algunos decidimos simplemente irnos, estuve tres años, reconociendo mi derrota y Romer sigue con la pelea. 

Impacto en Chile 

-Usted hablaba de que los cambios metodológicos son conocidos e informados oportunamente, sin embargo, el gobierno se mostró sorprendido e indignado con lo denunciado por Romer...

Uno de los ángulos más sorprendentes es que el gobierno de Chile, las autoridades del gobierno de Chile, no hubieran puesto el grito en el cielo en el momento en que sucedió esta caída del lugar 33 al lugar 120 de Chile en el ranking de facilidad para pagar impuestos.

Una de las primeras cosas que uno le enseña a los estudiantes es que cuando hay cambios abruptos en la data, uno tiene que cuestionarlos y tiene que hacer de inmediato una auditoría, y uno sabe que si acaso el coeficiente de Gini de desigualdad de Chile es .50, si el gobierno dice que de la noche a la mañana pasó de .50 a .25 que es más o menos lo que tiene la República Checa, uno dice, eso es prácticamente imposible, veamos que pasó. Cuando el gobierno de Piñera dijo que la pobreza había caído tres puntos, la gente se dice es muy rápida esta caída, vamos a hacer una auditoría, se cuestionó.

Las autoridades de gobierno chileno, el entonces ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, el representante de Chile ante el Banco Mundial, el Ministerio de Hacienda, estaban todos dormidos al timón y no reaccionaron a tiempo. O si reaccionaron a tiempo, recibieron explicaciones del Banco Mundial y las consideraron satisfactorias.

Hay solo dos explicaciones, no puede el gobierno decir solo me estoy enterando ahora, cuando salió en los diarios. Debieron haber reclamado o haber pedido explicaciones. Entonces o hubo incompetencia, en este capítulo, o sí recibieron una explicación y quedaron satisfechos, no sé cuál de las dos será.

-El gobierno ha dicho sentirse perjudicado y se ha generado un fuerte debate político, mientras que por otro lado se ha levantado sospecha de que López-Claros podría estar favoreciendo a otro sector... ¿Cómo ve esas interpretaciones que se están haciendo en Chile?

No sé qué es lo que vaya a pasar, todo es posible en un país como Chile. No creo que esto haya tenido una motivación política con Chile en la mira. En contra de lo que se dijo en algunas publicaciones, Augusto López-Claros no es chileno, él es boliviano, aunque es muy difícil encontrar en el internet que sea boliviano, todas sus descripciones omiten su nacionalidad. Él trabajó en Chile, brevemente, nadie se acuerda de él. Yo sí me acuerdo de él, de haber dado una charla académica en la Universidad de Chile en los años 80 y él era un profesor joven, yo creo que vivió dos años en Chile. Pero el mundo de Augusto López-Claros es internacional, él vivió muchos años en Suiza, vivió en Londres, estudió su pregrado en Inglaterra, tiene un doctorado en la Universidad de Duke, vive en Washington, no tiene ningún pingo en esta carrera, no es un país donde se piense retirar, o vivir, o invertir, nada. Si hay algo desde el punto de vista político, de nuevo y no creo que lo sea, pero sí se puede decir que están tratando de hacer un índice que favorezca a los países que siguen el modelo neoliberal y que castiga a aquellos países que quieren zafar del modelo neoliberal y quieren poner más énfasis en los derechos sociales. Y resulta que de todos los países del mundo que están en ese afán en este momento, es Chile, y resultó que fue el afectado.

No creo para nada que alguien se haya sentado en la noche en una sala oscura tomándose un whisky decidiendo qué hacer para joder a Chile, no. Si estoy equivocado, que podría estarlo y aquí ha habido algo deliberado, es gravísimo, pero hay que esperar que se haga la investigación y lo que va hacer el Banco Mundial que es una institución muy burocrática, muy compleja, es que va a hacer una investigación a fondo, van a pedirle a abogados internos que la hagan. El gobierno de Chile debiera exigir que la investigación fuera hecha por abogados externos del Banco, que el Banco contrate a una gran firma de abogados internacionales y se nombre a algún consejero legal que haga la investigación y un informe sobre si hubo algún tipo de intencionalidad. Si así fuere, seré el primero en decir me equivoqué, pero lo dudo, le asignaría una probabilidad ínfima a que sea Chile con nombre y apellido.

-Andrés Velasco introdujo la sospecha en Twitter no sólo sobre el Banco Mundial, si no también sobre quienes entregan información desde Chile... ¿Comparte dicha apreciación?

Son estudios jurídicos los que entregan información. El procedimiento es que en cada país se hacen todas estas preguntas y cómo se logran estos objetivos de las empresas que son empezar a operar, echar a andar una bodega, conectar la bodega a la electricidad, pagar impuestos y todo lo demás, todas estas preguntas legalmente las responden estudios jurídicos. Creo que me sorprendería mucho que estos estudios jurídicos hayan hecho eso. Tiene razón Andrés Velasco cuando dice que si fuera así, sería gravísimo, pero entonces la pregunta que hay que hacerse es cuál es la probabilidad de que esto sea así, yo creo que la probabilidad es muy baja.

-Finalmente, ¿Cuál es el daño real que se le ha hecho a Chile con esta alteración del ranking?

Esta información que se usa, es para darle una primera mirada a los países. En general los inversionistas en el extranjero le dan una mirada. No es decisivo, pero sí influye, en términos de cómo cambian de posición los países a través del tiempo. Se usa mucho en la retórica, en el mundo de las ideas, yo lo uso en mis discursos, charlas, conferencias. Tanto es así que cuando vi que Chile había caído fuertemente llamé al Banco Mundial y pregunté qué es lo que había pasado. Si yo llamé que soy un simple conferencista y profesor universitario, me imagino que el ministro habrá hecho algo mucho más intenso. La explicación que yo recibí fue la misma que da López-Claros en el Wall Street Journal. Es decir, Colombia, México y Perú hicieron muchas reformas y por lo tanto ellos subieron. No es tanto que Chile haya bajado sino que Chile se quedó estancado. Esa fue la respuesta que yo recibí en su momento. Sí, es verdad que los inversionistas lo miran, pero no es decisivo ni decidor en el último análisis. Hay que pensar que China, Brasil, Rusia e India, los famosos Brics, que son los países que más inversión extranjera reciben y los más apetecidos, están súper mal ubicados en este ranking.

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