El debate se activó en los últimos días en Chile Vamos. Pero ya hace varias semanas que en los partidos oficialistas venían analizando la necesidad de volver a instalar la reforma de pensiones. En sectores -sobre todo del Rechazo- han hecho ver que, en sondeos internos, una de las motivaciones de las personas para tener una nueva Constitución es mejorar sus jubilaciones.

En el oficialismo, en todo caso, recalcan que más allá de la postura del Rechazo o del Apruebo en este tema, en el bloque no ven razón para seguir postergando este debate que consideran crucial.

En enero pasado, el gobierno había logrado concordar un protocolo con parte de la oposición para avanzar en un proyecto de ley en el Congreso.

De hecho, el 15 de ese mes, fue el propio Presidente quien, en cadena nacional, anunció los detalles de la reforma de pensiones que apoyaría el gobierno. Así, subió de 5% a 6% el aumento de la cotización individual -como lo pedía entonces la oposición-, sin embargo, de ese 6%, dijo Piñera en ese momento, un 3% se destinara a un fondo solidario y otro para la cuenta individual de los cotizantes. La oposición, no obstante, pedía que ese 6% fuera a un fondo colectivo.

Esta semana, en cambio, la reforma de pensiones fue planteada de manera distinta por el oficialismo. Primero, la bancada de la UDI, este lunes, propuso comenzar a legislar en la materia en paralelo de la reforma que está estancada en la Cámara. Pues, afirmaron, la oposición se ha opuesto “constantemente” a legislar al respecto.

Al día siguiente, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, junto a los jefes de bancada de RN y Evópoli, Sebastián Torrealba y Luciano Cruz-Coke, respectivamente, llegaron hasta La Moneda para reunirse con la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, y el titular de la Segpres, Cristián Monckeberg.

Allí, los parlamentarios oficialistas plantearon que ese 6% fuera completamente como un fondo de capitalización individual.

“Una de las batallas de aquí al 25-O”

En el gobierno dicen haber recogido el planteamiento de Chile Vamos en la reunión de este martes. “Debemos avanzar con urgencia en mejorar las pensiones de los chilenos. Y lo que nos han planteado los parlamentarios de Chile Vamos es cómo acelerar ese debate para resolver el problema cuanto antes. Es lógico que para que eso ocurra necesitamos un acuerdo político y creo que oficialismo y oposición estarán de acuerdo en que hay que actuar con urgencia”, sostiene el ministro Monckeberg, al ser consultado por T13.CL.

Una de las preguntas que surgen en la discusión política es si finalmente el gobierno se regirá por el acuerdo de enero o bien tomarán la dirección que Chile Vamos le está solicitando.

Según fuentes de Palacio, hasta ahora, se inclinarían por respetar el acuerdo de enero y al menos encaminar reactivar la discusión en el Congreso antes del 25 de octubre, día del plebiscito. Así, señalan que el gobierno no puede tomar posición solo con la postura de Chile Vamos, sino sacar adelante el acuerdo que ha empujado desde enero. Con esa línea, añaden, avanzarán con fuerza las semanas que vienen.

La senadora Van Rysselberghe, requerida sobre si se debe desechar el acuerdo de enero, dice que “si existiera voluntad (para retomar el acuerdo de enero), se puede ver, pero ese no fue un acuerdo donde la oposición haya cedido, nosotros cedimos mucho también. Tenemos el convencimiento profundo de que las cotizaciones de los trabajadores, ese 6% es de los trabajadores”.

El ministro Monckeberg, en tanto, remarca a este medio que “los equipos de la ministra Zaldívar y el ministro Briones están haciendo un gran esfuerzo en explorar todos los mecanismos que sean necesarios para que la reforma permita mejores pensiones, con un componente solidario y una carga justa”.

En torno a la fecha urgente para reactivar la discusión o alcanzar un acuerdo, durante la semana, tanto Van Rysselberghe, Torrealba como Cruz-Coke enfatizaron en lograr avances antes del 18 de octubre -aniversario del estallido social.

Al ser requerida por T13.CL, la senadora plantea que “la reforma de pensiones es una de las batallas que tenemos que dar antes del 25 de octubre, porque se puede demostrar que estos cambios se pueden hacer perfectamente bien sin cambiar la Constitución”.

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