El expresidente Sebastián Piñera insistió en su tesis de que, durante el estallido social de 2019, se produjo un “golpe de Estado no tradicional” en Chile. Pese a que desde el gobierno han desechado esta hipótesis que el exmandatario ya había dicho en Argentina, Piñera insistió y explicó sus palabras. 

"La izquierda no tuvo una posición de clara condena a la violencia. Muy por el contrario, fue ambigua, la toleró, la apoyó, la justificó e incluso buscó formas de derrocar a un presidente que había sido elegido democráticamente", aseguró el expresidente a ABC.

"Por eso yo hablé de un intento de golpe de Estado no tradicional, porque no tenía nada que ver con los golpes habituales en América Latina. Fracasó, pero el objetivo era derrocar al presidente y debilitar las bases de la democracia", insistió.

Las primeras declaraciones de Piñera se dieron en Radio Mitre y ahora que está en España exponiendo en el “Foro La Toja”, detalló su tesis en entrevista con el diario ABC.

"El líder del Partido Comunista pedía la renuncia del Presidente de la República. El Congreso rindió homenaje a la llamada 'primera línea', que eran los activistas que quemaban los bienes públicos y privados, y se presentaron acusaciones constitucionales contra el presidente. A eso me refiero", acusó Piñera.

"En algunos momentos, la democracia estuvo en grave riesgo", declaró.

Recordemos que el 18 de octubre de 2019 se produjeron graves hechos de violencia en distintos puntos de Santiago, principalmente con la quema de distintas estaciones de Metro. Durante esa semana, estudiantes habían protestado en el transporte público por el alza del pasaje. 

Los días después al 18 de octubre se produjeron masivas protestas en todo el país, con distintas demandas sociales que intentaron ser resueltas por la clase política en el proceso constituyente. 

El gobierno respondió a Piñera

Tras los dichos de Piñera en Argentina, distintos actores del gobierno cuestionaron la tesis del expresidente. En particular, la ministra del Interior, Carolina Tohá, aseguró que el estallido social fue una crisis política y social, pero no un golpe de Estado, y acusó a Piñera de “inflar el lenguaje”.

"En Chile se ha generado una escuela en que no solo participa el expresidente Piñera, lamentablemente ha sido bastante transversal, de inflar el lenguaje y parece que todo es igual a todo", dijo Tohá en Mesa Central.

"Los golpes de Estado consisten en ir y asaltar el Estado y tomárselo. Aquí el Estado no fue asaltado y nadie se lo tomó. Lo que hubo fue una revuelta en las calles, con mucha violencia, pero eso no es un golpe de Estado, un golpe es usurpar el gobierno", sostuvo.

El propio Presidente, Gabriel Boric, dijo que él condenaba la violencia, pero también pidió no confundir las manifestaciones sociales con este tipo de actos violentos.

“Me parece muy importante no confundir, y no poner en un mismo saco, actos violentos con movilizaciones, porque hay quienes en Chile parecen olvidarse de que en Chile hay causas legítimas para el malestar, y esas causas tenemos que enfrentarlas como país”, explicó Boric.

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