Son 251 páginas en las que tiene palabras para Ben Affleck; su ex esposo y productor, Robert Rodríguez; su infancia en una secta polígama en Italia; y para "los hombres sagrados de Hollywood". La actriz Rose McGowan, la primera en denunciar a Harvey Weinstein, lanzó su libro de memorias "Brave" para contar con detalles cómo actuó el rostro del escándalo sexual que remece a la industria del espectáculo estadounidense.

"Me sentí sucia. Me habían violado. Estuve pensando cómo, la noche anterior a que sucediera, se sentó detrás de mí en el teatro. Llegué a pensar que le había provocado. Eso hizo que me sintiera más sucia", dice la intérprete sobre cómo Weinstein la abordó para luego violarla en la suite de un hotel de Park City, Estados Unidos.

El hecho ocurrió durante el Festival de Sundance, en 1997, cuando con 23 años venía de protagonizar la película "Demasiado lejos". Dos décadas después, su testimonio sirvió para alentar a otras decenas de mujeres para denunciar un terrible historial de abusos sexuales contra ellas.

Al poco tiempo de haber sufrido la agresión, la actriz participó de una sesión de fotos para la película "Fantasmas" (1998). Allí le contó a Ben Affleck sobre lo ocurrido y, de acuerdo a su relato, el último Batman le contestó con un desconcertante "maldición, le dije que parara de hacer eso".

Aquella declaración, que ya la había hecho publica el año pasado, dejó al actor contra las cuerdas.

Rose McGowan también repasa su infancia en Italia viviendo en una secta polígama llamada Hijos de Dios. De hecho, asegura que la mudanza de su familia a Estados Unidos se debió a que varios líderes del culto comenzaron a defender el abuso infantil.

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