Variety

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…  George Lucas creó un clásico del cine que, a pesar del paso del tiempo y la producción de precuelas, sigue siendo algo fresco, importante y derechamente un fenómeno de taquilla. Aquí está un recuento de los diez episodios de la saga de "Star Wars", listados de menos a más… o mejor dicho, al mejor.

10. Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma (1999)

Sí, Jar Jar Binks es indiscutiblemente odioso. Sí, Jake Lloyd, el niño actor elegido como el joven y precoz Anakin Skywalker, transmite toda la dulzura de un lindo niño en una mala sitcom. Y, sí, es probable que ninguna película haya satisfecho plenamente las expectativas surgidas durante los 16 años posteriores a "El imperio contraataca" (1983). Pero el verdadero problema con esta primera de tres "precuelas" es la historia descuidada. El creador de la franquicia, George Lucas, no había dirigido una película desde "Una nueva esperanza" (1977), y está claro que estaba un poco oxidado cuando asumió el control total aquí. A pesar de todo el destello y las furiosas escenas de acción, hay largos tramos de "Amenaza fantasma" en que el ritmo se relaja con escenas clave que giran sin rumbo fijo y luego terminan abruptamente. La continuidad es irregular, la actuación es tremendamente irregular, y la trama es a la vez simplista y confusa. Por supuesto, Jar Jar Binks no ayuda en nada.

9. Star Wars Episodio II: El ataque de los Clones (2002)

El segundo episodio de la trilogía de precuelas mejora considerable sobre "La amenaza fantasma". Considere: abundancia de escenas de acción a escala épica, cero Jar Jar Binks, Christopher Lee enredado con Yoda, y nada de de dulces mocosos en carreras de lo que sea. Por otro lado, hay una trama confusa relacionada con las facciones secesionistas dentro de la República, y algo de amor con el romance de Anakin Skywalker por la reina convertida en senadora, Padme Amidala. Claro que Lucas pasa demasiado tiempo en esto último, desarrollando el romance en ciernes con un diálogo muy tenso y un sentimentalismo almibarado. (No ayuda mucho que todo el mundo se refiera a Anakin como "Ani". No es de extrañar que el pobre tenga problemas de identidad.) Por cierto: es un poco extraño que la diferencia de edad entre los dos personajes - firmemente establecida en el episodio anterior- sea completamente ignorada aquí.

8. Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith (2005)

Por lejos,  la mejor de las precuelas  trae a la trilogía a una conclusión dramática y emocionalmente satisfactoria. Aquí no hay grandes sorpresas porque, si realmente lo piensas, no puede haberlas. Pero le damos crédito a Lucas: la tormentosa batalla sables láser entre Obi-Wan Kenobe y Anakin Skywalker en medio de las ardientes erupciones de un paisaje volcánico se presenta como un ocaso de dioses de ciencia ficción, con niveles de intensidad, tragedia y majestad wagnerianos. Desafortunadamente, a pesar de esta y otras escenas innegablemente emocionantes, Natalie Portman sigue siendo inexplicablemente insulsa como la trágica Padme Amidala, que parece experimentar el embarazo más rápido en la historia del cine. Y Hayden Christensen sigue decepcionando con su petulante y quejoso Anakin. Pero cuando finalmente se pone la máscara para revelarse como ya saben quién... Bueno, durante unos minutos al menos, la Fuerza está con él.

7. Star Wars: La guerra de los clones (2008)

Claro, algunos puristas insistirán que esta versión animada no pertenece a la lista de películas "reales" de la franquicia. Pero en realidad funciona sorprendentemente bien como un vínculo narrativo entre "El ataque de los clones" y "La venganza de los Sith", y en muchos aspectos es más entretenida que ambos. Mejor aún, le da a Christopher Lee otra oportunidad de interpretar, al menos con la voz, al Conde Dooku. Como podría decir Yoda: por pequeños favores, estar agradecido deberías.

6. Star Wars: Rogue One (2016)

No muy diferente de "La guerra de los clones", "Rogue One" sirve de puente entre algunos vacíos narrativos de la saga. En este caso, la trama de la película se desarrolla inmediatamente antes de los eventos de "Una nueva esperanza", y en realidad es bastante entretenido ver las dos películas una detrás de la otra. Felicity Jones hábilmente hace muchos chistes en el papel de Jyn Orso, una delincuente profesional convertida irregularmente en miembro de la Alianza Rebelde, que está encargada de localizar al diseñador de la Estrella de la Muerte, que resulta ser su padre, Galen Orso (Mads Mikkelsen). "Rogue One", en general, es un poco más oscura y desaliñada que la mayoría de los demás episodios de la franquicia. (Y como Jyn no estuvo en la trilogía original, se sabe desde el principio cuál será su destino). Pero esto no es una crítica, sino que solo una observación. Además, es una historia independiente, ¿recuerdas?

5. Star Wars Episodio VI: El Retorno del Jedi (1983)

Sin dudas,  los Ewoks fueron un gran error. Pero no importa. Aunque podría decirse que es la más débil de la trilogía original, "El regreso del Jedi" sigue siendo notable y digna de verse muchas veces, aunque solo sea por la satisfacción que envuelve una narración épica con héroes que logran sus objetivos y que cumplen su destino. Además, muchas cosas explotan realmente bien. ¿Resistiría por sus propios méritos si fuera una película independiente? Probablemente no, ¿pero por qué alguien debería esperarlo? La clave para disfrutar de este gran final es pensar que es solo eso: un capítulo final, uno que permite a los personajes que has llegado a abrazar, que han movido cielo, mar y tierra (y planetas) en su largo viaje, una oportunidad para un final feliz con un poco de paz. Bueno, al menos hasta la próxima trilogía.

4. Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza (2015)

Para este lanzamiento súper entretenido de la franquicia post Lucas, el director y co-guionista J.J. Abrams equilibra cuidadosamente su obvio fanatismo por el legado de Lucas (que es más o menos lo que se podría esperar de alguien que no tenía ni 12 años cuando "Una nueva esperanza" se estrenó) con la gran ambición de emprender un nuevo camino con la antorcha. "El despertar de la fuerza" recurre repetidamente a elementos e incidentes de la primera trilogía, pero inteligentemente agrega giros frescos y toques propios. Esto se ilustra bien en la caracterización de Rey (Daisy Ridley),  convertido de carroñera traviesa a guerrera contundente, quien es menos damisela angustiada que la princesa Leia de la trilogía original. (Tenga en cuenta cómo rechaza una mano condescendiente del ex stormtrooper Finn mientras evitan el fuego enemigo.) Y hablando de la princesa Leia (Carrie Fisher), es genial verla, también a Han Solo (Harrison Ford) y, brevemente,  a Luke Skywalker (Mark Hamill), pilares de las tres primeras películas de "Star Wars". Pero la alegría por su regreso se hace aún más devastador cuando se sabe que uno de ellos ya no será parte de la historia.

3. Star Wars Episodio VIII: Los últimos Jedi

OK, aquí viene la parte complicada: ALERTA DE SPOILER…  ¿Cómo rankear una película que la mayoría de la gente aún no ha visto sin adelantar nada? Tal como la segunda entrega de la tercera trilogía, “Los últimos Jedi” es impresionantemente efectiva, ya que proporciona intrigantes detalles y profundidad adicional a los personajes y relaciones introducidas en "El despertar de la fuerza". De hecho, la dinámica cambiante entre los antagonistas  Rey (Daisy Ridley, en camino a convirtiéndose en completamente ruda) y Kylo Ren (Adam Driver) es tan fascinante que casi (aunque no del todo) resulta molesto cuando el escritor y director Rian Johnson se va a historias paralelas más llenas de acción. Mark Hamill interpreta la mejor actuación de su carrera como un Luke Skywalker amargamente desilusionado, tiene la mejor línea de la película y, lo que es más importante, encaja perfectamente en una subtrama del estilo "Rashomon". Los nuevos personajes son introducidos astutamente para satisfacer las necesidades narrativas y sugerir complicaciones adicionales para el siguiente episodio. (Parece que, al igual que en la trilogía original, este nuevo tríptico sugiere un triángulo romántico). Y hay una escena emocionalmente dolorosa y relacionada con una muerte en la que ... No, no, no…  lo siento, no podemos llegar hasta allí. No todavía, al menos.

2. Star Wars Episodio V: El Imperio Contraataca (1980)

Para las personas que llevan tiempo fascinadas con "StarWars", esta segunda entrega  no solo es la mejor película de la primera trilogía, si no que de la saga completa. Y con un argumento convincente como "Los últimos Jedi", "El impero contraataca" agrega profundidad y detalles a los personajes presentados en el episodio anterior, e introduce otros nuevos y coloridos  (¡Hola, Lando Calrissian!) Y aunque honra eso de que siempre puede ponerse más oscuro justo antes del amanecer, las cosas realmente se ponen tan oscuras que el amanecer parece terriblemente lejano. Entonces y como ahora, tal efecto puede ponerte más impaciente por la siguiente secuela.

1. Star Wars (1977)

Pero por grande que sea "El imperio contraataca", no es la original. No es el primer beso, no es la de la primera vez. Quienes compraron una entrada para la primera película de "Star Wars" pueden dar testimonio de lo asombroso que fue ver en pantalla gigante algo que -aunque estaba en cómics y películas antiguas- nunca se había logrado tan prodigiosamente como para convertirse  impresionante espectáculo de magia y técnica.  "Star Wars" o "Una nueva esperanza"  tiene el valor de la nostalgia. Cuarenta años después de su estreno continúa atrayendo a nuevas audiencias en todas las plataformas, como parte esencial y droga de entrada -si se quiere- de  un fenómeno de cultura pop en curso. Sí, no se puede negar,  la fuerza todavía está en "Star Wars".

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