El pasado 5 y 6 de octubre, se realizó en Chile la conferencia mundial llamada “Nuestro océano”, cuyo objetivo principal era analizar medidas para garantizar la sustentabilidad de los mares.

En aquella oportunidad, el director del proyecto contra la captura ilegal de peces en la organización Pew Charitable Trusts, Tony Long, señaló que “el problema de la pesca ilegal es global y se extiende debido a las flotas que cubren grandes distancias y que se mueven atravesando las fronteras marinas”.

Las palabras de Long toman mayor fuerza hoy tras el estudio realizado por los biólogos Daniel Pauly y  Dirk Zeller; y publicado por la revista Nature, donde se confirma que existe una importante diferencia entre los datos oficiales entregados por más de 200 países a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre los niveles de pesca y las cifras obtenidas a partir de otras fuentes científicas.

De acuerdo al estudio, las estadísticas de la FAO indican que a partir de 1950, la captura mundial de peces aumentó de forma bastante estable hasta llegar a las 86 millones de toneladas en 1996, año en que se estancó y que significó un punto de inflexión, ya que luego disminuyó lentamente a cerca de 77  toneladas para el año 2010.

En contraste, los niveles de pesca reconstruidos por los investigadores a partir de diversas fuentes alcanzó un máximo de 130  toneladas en 1996 y se redujo con más fuerza desde entonces. Por lo tanto, los niveles de capturas reconstruidas son en general más altos que los datos declarados ante la organización mundial.

Sin embargo, la organización científica Sea Around Us, en una iniciativa de la Universidad de Columbia Británica (UBC, por sus siglas en inglés), con el apoyo de otras instituciones, realizó un estudio complementario donde actualizó las cifras para el año 2010. En él se establece que los pescadores capturan al año 109 millones de toneladas de peces, es decir, 32 millones de toneladas más que las que fueron declaradas ante la FAO.

"Si seguimos sobrepescando, habrá menos pescado en el futuro. Actualmente, el déficit de peces en la Unión Europea se compensa con las capturas en otros lugares, como África. Pero, una vez que se agoten, ¿de dónde sacaremos los peces?”, comentó Daniel Pauly al diario El País.

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