Finalizando recién su post natal, Meghan Markle tuvo que dejar sorpresivamente a su esposo, el príncipe Harry y a su bebé, Archie Harrison para subirse a un avión y viajar a Estados Unidos por una razón muy especial.

Este viernes, la duquesa de Sussex abordó un vuelo comercial con rumbo a Nueva York, para estar presente en la final del US Open, en donde su gran amiga Serena Williams disputará la final del último Grand Slam del año.

De acuerdo a lo señalado por una fuente de la familia real británica al diario británico Daily Mail, "es un viaje de último minuto", y agregó: "Está emocionada por apoyar a su amiga, y luego regresará", añadió el informante.

Según la prensa británica, Meghan habría quedado viendo el partido de su amiga hasta la una de la madrugada del jueves y tras ver como la tenista venció a la ucraniana Elina Svitolina en dos sets, decidió viajar de urgencia hasta Nueva York.

Cercanos a la realeza declararon a los medios que Markle solo viajó con los miembros de su equipo de seguridad.

Serena Williams enfrentará este sábado a la canadiense Bianca Andreescu, para pelear por su título número 24, en singles, de un Grand Slam.

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