Brendan Fraser se llevó este domingo el Oscar en la categoría de Mejor Actor por su emotiva interpretación en la película ‘La Ballena’ (The Whale).

Con este reconocimiento, el actor dejó en el camino a otros favoritos como Austin Butler (Elvis), Colin Farrell (Almas en pena de Inisherin), Paul Mescal (Aftersun) y Bill Nighy (Living).

Visiblemente emocionado, con la voz entrecortada y lágrimas en sus ojos, Fraser recibió este reconocimiento agradeciendo al director de la película, Darren Aronofsky, por haberle dado, lo que el catalogó, como el papel de su vida.

También su emoción se hizo visible cuando se refirió a su familia. “Empecé hace 30 años en este negocio y las cosas no siempre han sido fáciles, pero siempre conté con una facilidad que no agradecí lo suficiente en su momento, hasta que dejé de tenerla”, precisó el actor, refiriéndose al apoyo de los suyos. “Es como si hubiera estado en una expedición al fondo del océano y el aire me llegara a través de un tubito, que vigilaban mis hijos”, expresó.

Los tres jóvenes han sido figuras clave en la carrera del actor de ‘La momia’ hacia el premio que recibió la noche de este domingo. Por lo mismo, el actor se refirió a ellos durante su discurso, aunque en pantalla solo aparecieron dos, Holden y Leland.

Al tercero, Griffin, diagnosticado con autismo a los dos años, le dedicó Fraser sus palabras más emotivas: “Te quiero”, le dijo a viva voz. Fue ahí donde la emoción lo inundó por completo.

Cabe mencionar que durante mucho tiempo, Brendan Fraser se culpó del Trastorno del Espectro Autista (TEA) de su hijo. “Me culpé a mí mismo. Pensaba ‘¿Son mis genes? ¿Es por la hierba que fumé en la universidad?’. Es como tratar de obtener una respuesta directa de un leprechaun (duende)”, reveló en una entrevista con Howard Stern.

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