Tras el fallecimiento de una adolescente de 13 años, identificada como O.G.R.Z., en Venezuela luego de presuntamente intentar un reto viral de TikTok, las autoridades retomaron las advertencias sobre esta peligrosa tendencia que ya ha provocado múltiples tragedias. Este caso, lamentablemente, no es un episodio aislado, sino parte de una preocupante lista de niños, niñas y adolescentes que han perdido la vida al intentar imitar este tipo de desafíos en redes sociales.
El llamado "Blackout Challenge" también conocido como "Choking Game" o “juego de desmayarse”, es un desafío que, si bien no es nuevo, ha resurgido con fuerza en plataformas como TikTok. Su dinámica es altamente riesgosa: quienes participan buscan provocarse asfixia utilizando cinturones, cordones, correas o incluso sus propias manos, con el objetivo de perder la conciencia por unos segundos. Según especialistas, muchos adolescentes comparten o consumen estos contenidos en video, imitando conductas extremadamente peligrosas.
Aunque TikTok asegura que los hashtags vinculados a este desafío han sido bloqueados para impedir su aparición en el feed, los riesgos continúan. Algunos usuarios acceden a videos sin etiquetas, los encuentran en otras redes sociales o simplemente replican lo que escuchan entre sus amigos, lo que mantiene viva la circulación del contenido.
Desde SmartSocial, organización dedicada a orientar a padres y cuidadores sobre el uso seguro de la tecnología, recomiendan abrir conversaciones directas y frecuentes con niños, niñas y adolescentes sobre lo que consumen en línea. La plataforma insiste en recordar que “lo que ven en línea es solo una parte de la historia” e invita a las familias a dialogar sobre qué desafíos les parecen atractivos y por qué.
Además, advierten que los desafíos peligrosos tienden a aparecer y desaparecer con rapidez, por lo que la vigilancia debe mantenerse aunque no estén visibles en las redes de los estudiantes. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, algunas señales avanzadas de alerta incluyen que los jóvenes hablen del “juego de desmayarse”, el “juego de asfixia”, aunque muchas veces los padres no comprenden lo que implican estas palabras pues desconocen su contenido, por lo que es importante ahondar en dichos términos.
Además señalan que es importante prestar atención a que los menores presenten ojos enrojecidos, marcas en el cuello, dolores de cabeza intensos, desorientación tras estar solos o si se encuentran cuerdas, cinturones, correas o elásticos en lugares inusuales o con nudos.