Los Ferrari del alemán Sebastian Vettel y del monegasco Charles Leclerc se vieron obligados a abandonar tras golpearse sus coches en la primera vuelta del Gran Premio de Estiria, en el circuito Red Bull Ring de Spielberg (Austria), este domingo.

En la tercera curva, Leclerc despegó de la pista tras intentar superar por el exterior a su compañero, que perdió el alerón trasero.

"Es culpa mía. He hecho una tontería, simplemente. Hay que admitirlo cuando pasan estas cosas", señaló el monegasco a Canal+, justo después de haber pedido disculpas a su compañero delante de las cámaras.

"Pienso que había posibilidades de haber vuelto a casa con puntos y lo he estropeado todo", continuó el piloto de 22 años.

"Vi una oportunidad que no lo era. He sido estúpido y aprenderé. (...) Seb comprende también pero pedir excusas no es suficiente", añadió. 

"Espero aprender y volver más fuerte en la próxima carrera. Es un momento duro para el equipo y no lo necesita", concluyó.

Tras el incidente, Vettel entró inmediatamente en el garaje, imitado por el monegasco unas vueltas más tarde.

"El auto de Seb estaba demasiado dañado y, para Charles, habría sido demasiado peligroso pilotar con un suelo en esas condiciones", precisó Ferrari en Twitter.

Al volante de monoplazas a los que les faltan buenos resultados desde este inicio de la temporada, el alemán solo se había clasificado décimo y su compañero undécimo en las calificaciones.

Leclerc había sido penalizado con tres plazas en la parrilla de salida por haber molestado al ruso Daniil Kvyat durante las calificaciones, lo que le había obligado a salir en medio del pelotón, y detrás de Vettel. 

El bochorno de la escudería italiana fue aprovechado por Mercedes, quien logró que Lewis Hamilton se impusiera en Austria y obtuviera su primer triunfo de la temporada.

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