Un bebé de sólo 10 meses murió ahogado luego que su madre, Anslie Nicole Brantley, de 19 años, se quedara dormida con él en brazos al interior de una tina en Coweta, Georgia, en Estados Unidos.

Información policial apuntó que la joven consumió drogas antes de quedar dormida en el baño, lugar donde se registró la tragedia.

La joven, al darse cuenta de que su bebé no estaba consciente y que no reaccionaba alertó a la policía local, la que acudió al domicilio y tras intentar reanimarlo lo llevaron a un hospital, donde se confirmó su muerte.

Tras realizar peritajes, los efectivos policiales encontraron metanfetamina en el domicilio de la madre de Anslie Nicole Brantley, Kelli Gordon, de 36 años, por lo que se le arrestó por posesión de narcóticos.

Según consignó Newnan Times-Herald, la mujer de 36 años permaneció en prisión preventiva por cargos no relacionados con la muerte de su nieto, mientras que otros cinco hijos de Gordon fueron puestos en custodia de funcionarios de bienestar infantil.

Brantley, en tanto, fue detenida en Alamo, Georgia, y se mantiene en prisión sin derecho a fianza, pues le imputan cargos de asesinato en segundo grado y crueldad hacia los niños por la muerte de su pequeño bebé. Se espera que el caso pase a ser revisado en tribunales durante las próximas semanas.

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