En un discurso temprano en la mañana del miércoles, el Presidente Donald Trump dijo: "Queremos que la ley se utilice de manera adecuada. Así que iremos a la Corte Suprema de los Estados Unidos. Queremos que todos los votos se congelen. No queremos que encuentren ninguna papeleta a las 4 de la mañana y la agreguen a la lista."

Aunque Trump hizo muchas otras afirmaciones acerca de haber ganado estados en los que aún no se había finalizado el conteo de votos, esta declaración hacia el final de su corto discurso atrajo la mayor atención y está en línea con una estrategia que ha esbozado durante semanas.

Sin embargo, no está completamente claro qué es lo que planea desafiar en la corte específicamente, ya que cualquier recurso legal que llegue a la Corte Suprema tendría que pasar primero por las cortes estatales, dado que los estados administran las elecciones, según el académico constitucional y profesor de derecho de la Escuela de Leyes de Yale Bruce Ackerman. Por lo tanto, Trump no puede llevar las elecciones directamente a la Corte Suprema. 

Trump afirmó repetidamente en los últimos meses, sin pruebas, que las papeletas de voto por correo dejan la puerta abierta al fraude. La semana pasada, exigió varias veces que los resultados finales se dieran a conocer el 3 de noviembre.

Para cuando hizo su declaración esta mañana, la votación había terminado. Sin embargo, no todos los votos han sido contados todavía. En una entrevista con la CNN el martes, Ellen Weintraub, comisionada de la FEC (Comisión Federal de Elecciones) indicó claramente: "Lo importante es que contemos todos los votos. Nunca tenemos resultados oficiales al final de la jornada electoral. Eso sucede semanas después".

Ackerman dijo a DW antes de las elecciones que no es probable que la Corte Suprema decida el resultado de las elecciones de 2020 de la manera en que lo hizo en 2000 a través de la decisión Bush

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