La Universidad Finis Terrae está en el centro de la polémica, luego de que en octubre, un Reportajes T13 revelara una grave denuncia: el entonces director de Postgrados e Investigación de la Escuela de Kinesiología habría practicado biopsias musculares irregulares a estudiantes de doctorado.

Ahora, en medio de la investigación que lleva el Ministerio Público, se confirmó que el académico no solo renunció a la institución chilena desde España, sino que también dejó su cargo en la universidad en la que trabajaba en Madrid.

Según el reportaje emitido por T13, el profesor en cuestión, Hermann Zbinden Foncea, imponía la participación a los alumnos. Quienes decían que se negaban temían represalias académicas o perder beneficios, incluso becas.

Según un extrabajador de la casa de estudios, que era el encargado del laboratorio universitario, las biopsias se tomaron en el gimnasio de la universidad. Por otro lado, los registros muestran que durante la intervención el estudiante gritaba de dolor, y que el procedimiento continuó sin más anestesia, incluso llegando “hasta el hueso”.

Más grave aún, es que testigos señalaron que el joven se desmayó, y que Zbinden no apareció por horas; cuando regresó, hizo comentarios perturbadores: “qué bueno que le pasó a este y no a alguien externo”.

Contradicciones de la Universidad Finis Terrae: declararon una versión ante Fiscalía y otra distinta para acreditarse

Mientras la universidad asegura que el proceso fue voluntario y formaba parte de actividades académicas, las acusaciones contradicen esa versión. La Fiscalía investiga el caso por posibles delitos: ejercicio ilegal de la profesión (Zbinden no es médico), lesiones y experimentación en seres humanos.

Sin embargo, hay un punto más clave aún: en su proceso de acreditación, la Universidad Finis Terrae presentó documentos en los que destacan los equipamientos técnicos que tienen para realizar biopsias.

"Las instalaciones están equipadas con tecnología de avanzada para la investigación en ciencias del ejercicio y el trabajo en humanos, con biopsias musculares humanas, cultivo primario de fibras musculares y manejo de células inmortalizadas", dice una parte del escrito presentado cuando la Universidad Finis Terra buscaba su acreditación el año 2019, la que finalmente obtuvo.

Sin embargo, luego de que la Fiscalía comenzará a investigar los hechos, la universidad afirmó totalmente lo contrario en su declaración ante el Ministerio Público.

"Se informa que el laboratorio LABFEM no es un laboratorio habilitado para la realización de procedimientos invasivos en seres humanos, como biopsias musculares, por lo que no cuenta ni ha contado con autorización institucional ni sanitaria para llevar a cabo ese tipo de prácticas", señala la versión que entregaron ante la Fiscalía. 

Esa diferencia pone en evidencia una posible grieta institucional fundamental, que podría generar repercusiones aún más graves para la Universidad Finis Terrae

Hasta ahora, la investigación interna de la casa de estudios ha llevado incluso a la desvinculación del director de la escuela de Kinesiología, Claudio Villagrán Soto.

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