La estatua del general Manuel Baquedano, emplazada en la plaza del mismo nombre, ha sido históricamente epicentro de múltiples celebraciones deportivas. Sin embargo, desde el 18 de octubre de 2019 hasta la fecha, en el marco del estallido social, se ha potenciado como principal punto de reunión para las manifestaciones.

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Es por los reiterados ataques que ha sufrido durante el último tiempo que el Ejército de Chile solicitó mayor resguardo al monumento, o bien, trasladarlo para evitar que siga siendo intervenido.

El Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) se mostró abierto a la posibilidad de cambiar la estatua de lugar, medida que no cuenta con el respaldo de la UDI.

Pero más allá de la polémica, vale la pena resaltar quién fue el general Manuel Baquedano y por qué un monumento en su honor fue ubicado en tan importante punto de Santiago.

El militar más importante de su época

"General Baquedano revistando a sus tropas", pintura de Fray Pedro Subercaseaux (1912). Foto: Colección Museo Histórico Nacional

Manuel Jesús Baquedano González nació en Santiago el 1 de enero de 1826 (algunos lo datan en el año 1823), hijo del General de Brigada Fernando Baquedano Rodríguez y de Teresa González Ross.

Proveniente de una familia de gran tradición militar, ingresó a los 15 años al Ejército y en 1938, habiendo estallado la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, se embarcó a Perú ocultándose en el barco que estaba comandado por su padre.

Sin poder devolverse a Chile, fue incorporado a un batallón, alcanzando el grado de teniente a los 16 años. Desde ahí en adelante su carrera militar fue imparable. El 22 de enero de 1850 ascendió al grado de capitán.

El 8 de diciembre de 1851 combatió contra su padre, quien estaba en contra de la ascensión de Manuel Montt como presidente, en la batalla de Loncomilla, Guerra Civil de 1851. Tras esto, el presidente Montt lo premió alcanzando el grado de Sargento Mayor de la Escolta del Gobierno, el 12 de enero de 1852.

Fue separado del servicio militar durante el gobierno de Manuel Montt, el 22 de abril de 1854, dedicándose a las labores agrícolas, pero retornó a la vida militar en 1859.

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En 1870 fue nombrado jefe de la escolta del presidente José Joaquín Pérez y a la vez fue ascendido a coronel. El 10 de mayo de 1876 ascendió a general de brigada y en septiembre del mismo año a comandante general de armas de Santiago. Participó en la guerra contra Perú y Bolivia en 1879, la Guerra del Pacífico, en la que fue comandante en jefe del Ejército chileno.

Su actuación en las batallas de Chorrillos y Miraflores lo transformaron en el militar más importante de su época. A su regreso de Perú nuevamente fue ascendido, esta vez de general de división a generalísimo del Ejército.

En la elección de 1881 fue proclamado candidato a presidente de la República por el Partido Conservador, pero renunció a la candidatura, siendo elegido después Domingo Santa María, sin oposición.

Desde el punto de vista político, no firmó los registros de ningún partido, pero tenía vinculaciones con el Partido Conservador.

El presidente José Manuel Balmaceda, tras su derrota en la Revolución de 1981, le entregó el poder y ocupó la jefatura accidental de la República, siendo General de División entre el 29 al 31 de agosto de 1891 para traspasanr después el poder al Jefe de la Junta de Gobierno, Jorge Montt Álvarez.

Antes de la Revolución de 1891, fue electo senador propietario por Santiago, periodo 1882-1888, integrando la Comisión Permanente de Guerra y Marina. En el periodo 1888-1894 fue electo senador propietario por Colchagua. Su labor parlamentaria estuvo especialmente consagrada a la reorganización del Ejército y a impulsar la formación de la Academia de Guerra y del Estado Mayor.

Falleció en Santiago, el 30 de septiembre de 1897.

Fuente: Biblioteca del Congreso Nacional de Chile

Monumento fue levantado con donaciones

El deseo actual del Ejército, como lo manifestó a través de un comunicado, es trasladar el monumento a un lugar público, “cercano al Edificio Ejército Bicentenario, para que quede bajo la protección y resguardo del Ejército de Chile” –hoy es responsabilidad del municipio– similar a lo que ocurre con el Monumento a los Héroes de Iquique, en la Plaza Sotomayor, al frente de la Comandancia de la Armada, en Valparaíso.

El coronel Eduardo Villalón, jefe del Departamento Cultural, Histórico y de Extensión del Ejército, explicó a BiobioChile por qué la estatua de Baquedano no sólo es importante para la institución, sino que también para todos los chilenos.

“La imagen que representa al general Baquedano es la imagen de un hombre que se entregó al servicio de Chile cuando sólo tenía 15 años de edad, llegando al grado de general, demostrando con su ejemplo de vida y personal un alto sentido de responsabilidad y habilidades de mando. Por eso, fue nombrado General en Jefe de Operaciones del Norte, puesto que ejerció entre 1880 y 1881, obteniendo diferentes victorias, como en Tacna, Arica, Chorrillos y Miraflores”, comentó.

Por todos estos méritos y en reconocimiento a su carrera militar y vida personal, fue el Estado de Chile el que inauguró en su honor, el 18 de septiembre de 1928, el monumento ecuestre en el centro de Santiago.

“Fue financiado por erogación popular (donaciones) y lo emplazaron en un punto de gran relevancia para la ciudad”, destacó Villalón.

La obra original incluye a un soldado de pie y la figura de una mujer con una ofrenda floral de copihues. “Ambos fueron vandalizados, pero luego fueron retirados (las piezas) por la Municipalidad de Providencia”, explicó el funcionario militar.

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