Josefa Farias, profesora chilena usuaria de silla de ruedas y creadora de contenido sobre accesibilidad, denunció públicamente a través de sus redes sociales una situación de discriminación que vivió a inicios de este mes al viajar desde Los Andes a Santiago en un bus.

En su video publicado en Instagram y Tiktok, Josefa relató que, al intentar utilizar uno de los asientos reservados para personas en situación de discapacidad, según lo establecido por la Ley 20.422 y su Decreto 142, se encontró con que estos ya habían sido vendidos. “Hoy en el terminal me dijeron algo que me dejó Ice frío Hielo: que como no viajan tantas personas en silla de ruedas, no es necesario tener accesibilidad. Esa frase es discriminación disfrazada”, escribió la creadora de contenido.

Josefa recalcó que la accesibilidad no debe medirse por la cantidad de personas que la utilizan, sino que es un derecho garantizado por ley. “La accesibilidad debe estar siempre, para que todas las personas podamos utilizar los servicios, no solo algunas. Recibir un trato digno no es un favor, es un derecho”, explicó en su publicación.

Al consultar al personal del terminal sobre los asientos preferentes y los protocolos de embarque para personas con movilidad reducida, la respuesta que recibió fue que no existían dichos asientos ni protocolos, y que debía solicitar a los pasajeros que ocuparan esos lugares que se los cedieran. Esta situación, aseguró Josefa, representa un riesgo significativo, no solo de incomodidad, sino de caídas, fracturas, heridas o úlceras por presión en personas adultas que usan silla de ruedas.

El caso de Josefa no es aislado. Erik Rodríguez, seleccionado nacional de fútbol para ciegos y también creador de contenido sobre accesibilidad, compartió una experiencia similar en otro bus.

Erik relató que al comprar un pasaje le informaron sobre la venta de los primeros cuatro asientos, los cuales están destinados a personas con discapacidad y deben ser los últimos en venderse según el decreto. "¿Ustedes sabían que los cuatro primeros asientos de todos los buses que recorren Chile están destinados para personas con discapacidad y tienen que ser los últimos en venderse? Bueno, la señorita que está en la ventanilla hoy no lo sabía y cuando llegué a comprar me dijo, ‘Oh chuta, los últimos que me quedan están arriba’ Yo le dije que existe el decreto 142 donde los cuatro primeros asientos tienen que ser los últimos en venderse. Me dijo que no sabía y que eso no era una política o una directriz que tenía la empresa” partió exponiendo Rodríguez.

Tras explicar la normativa al personal, finalmente pudo ocupar el lugar que le correspondía, pero destacó que muchas personas no conocen este derecho o no se atreven a exigirlo, lo que evidencia que la cultura de accesibilidad aún no está internalizada en muchas empresas de transporte.

“Al final le expliqué con buenas palabras, lo conversamos, lo buscó, accedió y voy sentado donde me corresponde, pero hay muchas personas que no lo saben o que quizás no lo quieren exigir y esto hace que no sea algo que esté dentro de la cultura de cada empresa” culminó el creador de contenido.

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