Simbolismos. Pasadas las 17:15 horas de este jueves, y al ritmo de We Will Rock You de Queen, el fundador del Partido Republicano, José Antonio Kast, entró al salón de Honor del Ex Congreso Nacional. El lugar escogido no era casual —es un espacio icónico para la República y la institucionalidad, dicen en la tienda—, y la música tampoco.

  • En la procesión que lo acompañaba hasta el podio —instalado al centro del salón y no en la testera, buscando mostrar horizontalidad— estaban su esposa Pía Adriasola, su hijo José Antonio —quien suena como candidato a diputado por el distrito 10—, el timonel Arturo Squella, el exconsejero constitucional Luis Silva, y un grupo de parlamentarios, concejales y representantes de la juventud republicana.
  • Adentro lo esperaban 600 militantes agitando banderas chilenas y gritando consignas como “Chile es y será un país en libertad” y, como el espacio se hizo poco, 200 personas debieron unirse al acto desde otras salas del Ex Congreso.
  • Muchos de ellos habían participado durante la mañana del Congreso Doctrinario del partido, instancia que el think tank Ideas Republicanas preparó por más de un año, en que se volvieron a redactar los principios de la colectividad.
  • Otros hicieron fila desde las 16:00 horas en la entrada de calle Catedral —con 30° de temperatura— para escuchar el discurso en que Kast dio inicio oficialmente a su tercera candidatura presidencial, luego de ser nominado el 8 de enero por el cabildo general y la comisión política de la tienda.

Tono doctrinario. Con los diputados Luis Fernando Sánchez y José Carlos Meza y el vicepresidente republicano Tomás Bengolea sentados en primera fila, José Antonio Kast comenzó sus palabras diciendo que “Chile vive tiempos muy difíciles, en que la libertad, el orden y nuestro futuro están gravemente amenazados. Nadie puede quedarse mirando como mero espectador cómo este gobierno desastroso conduce al país por un camino incierto”.

  • “El deterioro no comenzó ayer, ni es responsabilidad exclusiva de este gobierno. Es el resultado de décadas de postergaciones, de falta de coraje para hacer lo necesario en el momento preciso y promesas incumplidas que provocan profundo malestar ciudadano”, añadió el candidato.
  • Luego, planteó que “¡Chile necesita un cambio radical! Necesitamos aplicar ahora una verdadera política de shock que corte de raíz los males que nos aquejan y que nos permita proyectarnos un futuro alentador”. Esa “terapia”, como la han llamado desde el partido, tiene como focos la seguridad y la economía.
  • Entre los ejes que guiarán su candidatura, Kast nombró la libertad. “Cuando hablo de libertad, me inspiro en aquellos líderes que supieron recuperar a sus naciones de crisis profundas, aplicando remedios drásticos pero necesarios. Fueron tachados de duros, pero salvaron a sus países de un colapso mayor”, expresó.
  • Y como lo ha hecho en otras alocuciones, el exdiputado se comprometió a “quitar la cultura woke, el identitarismo divisorio, el lucro disfrazado de ambientalismo, los derechos humanos que sirven como pretexto a la impunidad, el abuso y la irresponsabilidad, y todo lo que imponga división”.
  • Además, sostuvo que Chile pasa por “una crisis moral y cultural que sacude los cimientos de nuestra identidad” y señaló que “se promueven agendas ideológicas que minan la importancia de la familia”.

Dardos a Chile Vamos. El Partido Republicano ha sido uno de los principales detractores al acuerdo alcanzado por senadores de Chile Vamos y el Gobierno en pensiones, cuestión que ha servido —plantean en la tienda— para visibilizar las “diferencias sustantivas” con la candidatura de Evelyn Matthei, que ha respaldado el pacto.

  • “Quiero hacer una especial mención a la reforma de pensiones que se tramita en el Congreso”, dijo Kast cuando su discurso llevaba 22 minutos, generando pifias y abucheos entre los presentes.
  • Prosiguió: “Esta mala reforma de pensiones seguirá el mismo camino, con el apoyo de los mismos de siempre. Hacemos un llamado a la responsabilidad, a tener una mirada país. No nos pueden decir que con esto se cierra una etapa, porque la izquierda no cierra etapas, sino que avanza de a poco”.
  • Asimismo, aludió indirectamente a la segunda administración de Sebastián Piñera al asegurar que “los últimos gobiernos, incluidos los que tenían inclinaciones supuestamente responsables, no tuvieron la valentía de hacer las transformaciones profundas para modernizar el Estado. Peor aún, aceptaron de manera cómplice que malas reformas fruto de malos acuerdos fueran destruyendo nuestras instituciones y socavando las bases sólidas del progreso de Chile”.
  • Además, luego de que en su proclamación en la UDI Matthei propusiera “retomar el camino de orden y progreso de Jaime Guzmán”, Kast ironizó utilizando una frase que repetía el fundador del gremialismo: “A nosotros sí que nos saben irreductibles. Seguimos siendo un partido en que Chile confía”.

Lo que viene. En la última encuesta Cadem, Kast quedó en tercer lugar, superado por el líder del recién constituido Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser. Matthei obtuvo 23%, Kaiser un 10% —el doble que en diciembre— y Kast un 9%.

  • En los últimos días de enero, indican fuentes del partido, Kast estará enfocado en el despliegue regional, apoyado por sus 334 concejales y los 60 consejeros regionales electos en octubre. Su objetivo es visitar, antes de noviembre, las 345 comunas del país.
  • Durante febrero tomará vacaciones y viajará a la Región de Los Lagos junto a su familia.
  • En marzo, cuando comience la competencia presidencial, su equipo espera tener lista la primera versión del programa de gobierno.
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