El exministro de Salud, Jaime Mañalich, volvió a la discusión política para coordinar reuniones con el equipo de José Antonio Kast y para entregar una postura matizada sobre la crisis migratoria que atraviesa Chile, al sostener que la llegada de extranjeros “en su inmensísima mayoría” ha sido positiva para el país.

En una entrevista con BioBioChile, Mañalich dijo tener “una posición un poquito diferente” respecto del debate público centrado en medidas de expulsión y control en la frontera norte. A su juicio, Chile enfrenta “una crisis de población gigantesca” y la migración ha contribuido a mitigar presiones por desfase demográfico.

Uno de los ejemplos que destacó fue el sector salud. Mañalich afirmó que cerca del 20% de los médicos que ejercen en Chile -de un total aproximado de 60.000- son extranjeros.

“Sin esos inmigrantes calificados, profesionales… nosotros estaríamos en un problema bastante serio de pobreza”, señaló el exministro de Estado del fallecido expresidente Piñera.

Lo anterior, subrayando que se trata de personal formado en distintos países que cumple con los exámenes y formalidades requeridas y que ha sido contratado por el Estado y por privados.

Sobre la relación entre migración y crimen organizado, Mañalich advirtió que el fortalecimiento de la industria del narcotráfico a nivel regional representa una amenaza.

En todo el mundo, no en Chile, el tema de la industria de narcotráfico está aumentando”, indicó, y apuntó a las recientes tensiones entre Estados Unidos, Colombia y Venezuela como ejemplo de movimientos que podrían empujar capitales y operadores hacia nuevos destinos, entre ellos Chile.

En ese sentido, sostuvo que esos actores delictuales “se mueven a través de la frontera” y que no sería extraño que buscaran asentarse en países considerados propicios para sus operaciones.

Migración legal y un llamado a no generalizar de Mañalich

Mañalich evitó afirmar que las políticas migratorias previas hayan sido la causa directa de los flujos actuales, pero resaltó la necesidad de mejorar la documentación e identificación de las personas que ingresan al país.

“Yo no me atrevería a establecer una causa o beneficio… Pero insisto, creo que hay que tener un mucho mayor esfuerzo en documentar esas personas, en identificarlas”, declaró.

El exministro explicó que esa labor debe incluir el intercambio de antecedentes delictuales con los países de origen, un proceso que calificó de complejo y difícil.

En su intervención también comparó la problemática con dificultades que enfrentan otros países -mencionó el caso del visa waiver de Estados Unidos- donde, según dijo, la falta de información sobre antecedentes penales complica el control migratorio.

A lo largo de la conversación, Mañalich insistió en la urgencia de no generalizar sobre los migrantes: por un lado, destacó el papel de quienes han llegado de forma lícita y aportan al país; por otro, abogó por mecanismos más rigurosos para detectar e investigar a quienes pudieran estar vinculados a actividades delictuales.

Hay que separar claramente la paja de trigo”, concluyó.

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