Por Sandra Burgos A.
Otro de los principales actores del denominado Caso Cascadas, presentó ante tribunales su reclamación a la multa aplicada por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). El empresario Leonidas Vial, socio de Larraín Vial S.A., en un escrito de 89 páginas, desvirtuó la actuación de la SVS, acusándola de no haber podido acreditar conductas engañosas en la formulación de cargos.
Vial destaca que la multa cercana a los US$20 millones que le aplicó la SVS se sustenta en dos operaciones, lo cual explicaría que la autoridad tenía con anterioridad tomada la decisión de sancionarlo. Además, al igual que la reclamación presentada por Julio Ponce, Manuel Bulnes y Felipe Errázuriz, Leonidas Vial apela a la caducidad de las operaciones sancionadas.
Teorías abusivas de la SVS
Vial señala que es imposible haber infringido el artículo 53 de la Ley del Mercado de Valores, sin haber actuado engañosa o fraudulentamente, "pues ese engaño o fraude está en la médula de la conducta prohibida y sancionada por la ley. Si no la hay no hay infracción". Argumenta que en la resolución no existen hechos ni antecedentes para demostrar la existencia de fraude y que ante ello, la SVS pretende sacudirse de este estándar reemplazándolo por teorías abusivas.
Asimismo, indica que la resolución no hace ningún análisis de los medios probatorios presentados por su defensa. Y que todo esto se explica porque la SVS actuó sin control legal, "como juez y parte, con profusión de publicidad, generando una inexorable sensación de condena anticipada".
"Fui prejuzgado 5 meses antes"
En su defensa, el accionista de Larraín Vial S.A. pone un fuerte énfasis en que fue prejuzgado antes de que se le formularan cargos, dado que en la formulación a los primeros acusados (Ponce, Guzmán, Motta y Contesse) se dejó expuesto que sus sociedades de Inversión Saint Thomas y La Viña, eran sociedades instrumentales en el esquema elaborado por la SVS.
"Como es de público y notorio conocimiento, tanto los referidos oficios como también el resto de documentos y presentaciones acompañados de procedimiento administrativo, tuvieron de reservado solamente su nombre, ya que fueron publicados y divulgados sus respectivos contenidos casi inmediatamente en diversos medios de prensa", explica en el escrito.
Agrega Vial que como consecuencia de esta exposición, las sociedades de su propiedad, Saint Thomas y la Viña, fueron calificadas "como instrumentos para la comisión de supuestos ilícitos en forma peyorativa y con escándalo público, varios meses antes que se formularan los cargos. En otras palabras, fui prejuzgado en forma definitiva y pública por un oficio de cargos contra otras personas y no en mi contra, publicado 5 meses antes del oficio de cargos, periodo en el cual fui vapuleado por los medios y la opinión pública, sin estar acusado y sin poder defenderme siquiera".
Conjeturas y suposiciones
Leonidas Vial explica en su defensa que es una persona de dilatada y arraigada experiencia y participación en las actividades bursátiles y que por ello es considerado inversionista calificado. Además reconoce que siempre tuvo interés en invertir en SQM, lo que a su juicio ha quedado demostrado en la historia de sus inversiones.
Pese a este interés, señala que jamás participó, no supo ni infirió, ningún esquema para defraudar. "No tengo no he tenido cargo, posición actividad o relación con las sociedades Cascadas o sus controladores y sociedades relacionadas o sociedades vinculadas. El oficio de cargo no fue capaz de producir un solo medio de prueba en mi contra, ni siquiera la base de una presunción judicial, basándose para acusarme en meras conjeturas, suposiciones y conexiones ilógicas, desproporcionadas y desmesuradas", asevera.
Asimismo, argumenta que el denominado esquema es una categoría o conducta que no se encuentra tipificada en la Ley de Mercado de Valores. "Esta parte se ha encontrado con la sorpresa que la SVS, después de haber hecho referencia a la palabra esquema a lo largo de todo el procedimiento sancionatorio, e incluso a través de la prensa cuando ventiló aspectos de este procedimiento, afirma que la voz esquema sería un mero recurso semántico. Es más, ha afirmado con cierto acomodo cínico, que el empleo del término esquema tendría por objeto posibilitar de mejor manera el derecho de los formulados".
Ante esto, Vial comenta que la SVS no tiene como finalidad satisfacer necesidades públicas y continuas de carácter lingüístico, "sino otras más terrenales atinentes a los mercados de valores y seguros".
