En la provincia de Santa Fe, en Argentina, se conoció una conmovedora historia que incluso podría inspirar un guion televisivo.
La pequeña Pilar, de 11 años, se convirtió en la profesora de su vecino de 59, Rafael, quien no podía darles medicinas a sus animales porque no sabía que decían las etiquetas, según cuenta el diario argentino La Nación.
Ambos viven en el distrito de Colastiné Sur, a unos siete kilómetros de Santa Fe de la Vera Cruz. Rafael no pudo estudiar porque la escuela más cercana estaba a unos 35 kilómetros de su casa. Por lo que no aprendió ni a leer ni a escribir.
Un día se topó con la pequeña Pilar en la vereda de su casa, cuando se quejaba de unos papeles que no podía leer.
"Justo pasaba Pilar y le pedí que me los leyera", recuerda el hombre.
Entonces la niña de 11 años lo desafió y le dijo: "¿Quieres que te enseñe a leer?".
La pequeña contó que decidió enseñarle a leer cuando se enteró que lo discriminaban.
"Un día me preguntó si podía leerle unos papeles de un remedio para animales y yo le pregunté si quería que le enseñara a leerlos. Lo discriminaban y para mí eso es algo feo. Entonces, justamente para que lo dejaran de discriminar, quería que él aprendiera a leer y tuviera con qué defenderse", contó Pilar.
Según contó el hombre, su pequeña profesora es muy exigente.
“¡Ayer me hizo llenar dos hojas! Llega de la escuela, almuerza y a la hora de la siesta viene para acá [por su casa] y nos ponemos a estudiar durante una hora más o menos”, relata Rafael.
Ahora que ya puede leer por sí solo, Rafael practica todos los días y no descansa ni siquiera los fines de semana.
