Luego de varios años alejada de la televisión y de la vida pública, Adriana Vacarezza reapareció recientemente en pantalla a través del programa "Only Fama", instancia en la que decidió relatar por primera vez el complejo cuadro de salud que la mantuvo fuera del medio y que marcó profundamente su historia personal y profesional.

La actriz fue una de las figuras más recordadas de la exitosa teleserie Machos (2003), producción de Canal 13 en la que la hermana mayor del clan Vacarezza interpretó a Isabel Füller, una profesora que sostenía un intenso y polémico romance con Amaro Mercader, rol encarnado por Diego Muñoz, pese a la marcada diferencia de edad entre ambos.

En la trama, Isabel superaba en 20 años al universitario, relación que se desarrollaba en secreto mientras Amaro iniciaba un vínculo con Manuela, personaje interpretado por Macarena Teke. Los celos y manipulaciones de Manuela daban forma a un conflicto central de la historia, sin que Amaro supiera que ella estaba profundamente enamorada de él, situación que terminaba por desbaratar todos los planes.

Tras ese recordado rol, poco se supo del presente de Adriana Vacarezza. Sin embargo, este viernes la actriz entregó un testimonio honesto y conmovedor, en el que abordó las razones de su prolongado alejamiento de la televisión, detallando los problemas de salud que arrastró durante décadas y las complejas cirugías que cambiaron su vida.

Durante la entrevista, Vacarezza explicó que el origen de sus complicaciones médicas se remonta a 1987, cuando fue atropellada. Aunque logró sobrellevar las secuelas durante años, el cuadro se agravó con el tiempo, alcanzando un punto crítico en 2013. “Si no te operas, quedas parapléjica”, recordó que le advirtieron los médicos antes de someterse a la intervención.

La actriz detalló que el accidente provocó un desplazamiento progresivo de las vértebras cervicales, lo que inicialmente se manifestó con dolores constantes, pero que con los años derivó en un desgaste severo que hizo inevitable la cirugía.

El proceso de recuperación fue especialmente complejo. Vacarezza describió un período marcado por la pérdida de sensibilidad y movilidad, además de un fuerte impacto emocional. Finalmente, la actriz precisó que esta intervención fue realizada hace poco más de una década, pero que posteriormente debió enfrentar una nueva cirugía, esta vez en los cóndilos mandibulares, la cual le ha provocado dificultades en el habla y nuevos desafíos en su vida cotidiana.

El testimonio de la actriz permitió conocer más sobre su presente tras varios años alejada de la televisión y la opinión pública, pues en casi dos décadas solo se le había podido ver en un par de fotos de su hermana, la presentadora de televisión Marcela Vacarezza.

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