Bajo el lema #NoFrenemos, Uber comenzó una ofensiva para intentar cambios en la ley que regulará las plataformas electrónicas de transportes en Chile.

La empresa ejemplificó los efectos que tendrá la legislación tal como está hoy. Así, de los 85 mil socios conductores que tienen la aplicación, 70 mil quedarán fuera por cosas como no tener una licencia profesional.

Es más, dijo que si todos los conductores quisieran optar a contar con una, el proceso tomaría siete años por la congestión que se realizaría.

Para aterrizar esto, la empresa puso algunos casos de conductores que se verán afectados por la regulación que está en el Senado y entregó datos como que el 80% de los usuarios perderían acceso a esta opción de transporte, dado que habrá menos cobertura, además los tiempos de espera y precios se multiplicarán por tres en las zonas que esté disponible, lo que en Santiago se reduciría a solo cinco comunas.

Respecto de la exigencia de licencia profesional, señaló que no hay clases disponibles en todas las regiones, algo que además toma seis meses de concretar, a un costo de $ 400.000.

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