El cerebro detrás del sonido único de Talking Heads, la banda new wave liderada por el reconocido músico y escritor David Bryne, fue nada menos que la bajista Tina Weymouth. Como una historia que ya nos parece conocida, esta excepcional artista siempre ha estado subestimada en la historia de la música a pesar de su talento y contribución innegable.

Nació en Colorado, California en una gran familia de 8 hijos. Su primer acercamiento musical lo tuvo a los 12 años cuando se unió a The Potomac English Hand Bell Ringers. El grupo se centraba en el arte de tocar campanas y así componer música. Luego vino el amor por otro instrumento y así Tina comenzó a enseñarse a tocar guitarra a los 14. Autodidacta, encontró desarrollo un sonido propio cercano al funk y al punk, que se puede escuchar en todas las canciones en Talking Heads. El ejemplo clásico es el riff de una de sus canciones más conocidas, Psycho Killer.

Esta banda definió una era en Nueva York con su sonido post punk y new Wave, alcanzando la cima de los ranking de ventas en muchos países europeos y su natal Estados Unidos. Además de Tina, la banda estaba conformada por David Byrne y Chris Frantz con quienes se conoció estudiando diseño en Rhode Island.

Talking Heads le puso un sonido propio a finales de los setenta y gran parte de los ochenta.Tras varios años de éxitos y algunos fracasos, la banda editó su disco Remain in Light en 1980, para luego tomarse un receso. Tina y su futuro marido, Chris Frantz armaron Tom Tom Club un año después y sacaron inolvidables hits como “Genius of Love”, un eterna canción remixeada por varios artistas.

Sobre su lugar en la escena musical Tina dijo en una entrevista en la revista Face en 1981: “Una cosa de la que me enorgullezco en retrospectiva, es que nunca hablé de los problemas de ser una mujer. No quería desalentar a nadie que tuviera esa idea. No quería que se viera como un camino empinado, el que sí lo era”.

Tina y Chris se reunieron una vez más con Byrne en 1983 con su disco Speaking in Tongues, donde su éxito Burning Down the house fue su único American Top 10 hit. Pasarían otros 7 años, donde Tina, incluso muy embarazada, tocaría en diversos escenarios, poniéndole el pulso a la gran variedad musical que creaba esta banda, que tenía influencias del soul, funk, punk y sonidos africanos. En 1991 Talking Heads se disolvió para siempre y Tina confesó que su relación con David Byrne siempre había sido complicada.

Desde ahí Tina no ha dejado de hacer música, con su marido, ni de ayudar a que otras personas, especialmente mujeres como Miss Kittin, Kevin Blechdom, Le Tigre, and Adult.’s Nicola Kuperus, a que se acerquen a lo que ha convertido en una carrera de más de 30 años arriba del escenario, inspirando a otras artistas como Kim Gordon y Este Haim.

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