Por qué un golpe de calor genera más riesgo para los adultos mayores

Todavía queda un mes de verano y las altas temperaturas aún se pueden sentir, especialmente en la zona central de Chile. Según expertos, es necesario poner mayor atención a las sensaciones corporales esta temporada, ya que, sin saberlo, se podría desarrollar un golpe de calor, una condición médica que puede generar muchos problemas, especialmente a los adultos mayores. 

Primero, ¿qué es un golpe de calor? Según el doctor Jacob Yumha, geriatra y médico internista de Clínica Alemana, "es la expresión más dramática del exceso de calor en el cuerpo, lo que se traduce en una hipertermia, es decir, temperaturas corporales que pueden llegar a los 38° o 40°. En este contexto, internamente se produce en forma compensatoria una serie de respuestas que ayudan a eliminar el exceso de calor". 

Este se puede identificar a través de sus síntomas más comunes: fiebre, náuseas, dolor de cabeza, decaimiento. El doctor Yumha aseguró que es posible confundirlo con un resfrío o infección viral, sin embargo, es importante poder reconocerlo porque "puede llegar a causar la muerte si no es tratado oportunamente". 

¿Y por qué los riesgos en los adultos mayores podrían ser más graves? El experto explicó que a diferencia de una persona joven, alguien de mayor edad no cuenta con la capacidad de adaptación para enfrentar un problema de este tipo. "El organismo de un adulto mayor no es capaz de tolerar un cambio abrupto de temperatura. Como consecuencia, podrían producirse efectos que comprometan los sistemas circulatorio, neurológico y renal, además de verse afectados los procesos de coagulación e, incluso, los estados de conciencia", agregó. 

¿Cómo prevenir un golpe de calor? 

Ante cualquier aparición de síntomas y un cambio -aunque sea menor- en un contexto ambiental, es importante sospechar y consultar precozmente. Para cuidarse del calor extremo el especialista recomienda: 

• Revisar los informes meteorológicos para anticiparse a las jornadas que habrán temperaturas más altas.
• Poner atención a los adultos mayores no autónomos con deterioro cognitivo, trastornos de movilidad, enfermedades crónicas derivadas del corazón, pulmones o riñones.
• Procurar que tome agua.
• Tener ambientes bien ventilados y frescos.
• Evitar espacios de alta exposición solar, entre las 11 y las 17 horas, especialmente en la ciudad.
• Preferir ropas livianas y de colores claros.
• Utilizar un sombrero de ala ancha para salir.
• Contar con protección solar adecuada, ya que la piel de los adultos mayores es menos flexible y se daña más fácilmente.

Recuerda que este contenido es informativo y ante cualquier consulta debes acudir a un especialista.