Ausencia de signos de riñas y defensa, además de “presencia de asfixia marcada”, en los adolescentes; y “múltiples heridas cortopunzantes en la zona del cuello” de la víctima adulta.

Esas son parte de las conclusiones de los peritajes que levantó el Ministerio Público para fundamentar la imputación por homicidio sobre Jorge Ugalde Parraguez, el principal sospechoso del triple homicidio de Eduardo Cruz Coke y sus hijos Federico y Eduardo, el pasado sábado 18 de octubre en La Reina.

La Fiscalía detectó, además, a través de declaraciones y cámaras de seguridad supuestas contradicciones de la versión inicial del imputado, cuñado y tío de las víctimas, quien llamó el día de los hechos al 133 de Carabineros para reportar el hallazgo de los cuerpos.

Entre los antecedentes a los que accedió Reportajes Teletrece, figura uno de los documentos de la Fiscalía donde se da cuenta que a corta distancia del cuerpo sin vida del padre de la familia asesinada se encontró un arma, que resulto ser de plástico y que habría sido comprada durante esa mañana del 18 de octubre por el imputado en un mall chino.

También ese mismo día, Ugalde habría comprado “una máscara de un mono, máscara que fue encontrada con rasgos de sangre al interior del dormitorio el imputado. Al análisis de la sangre se pudo establecer que es sangre humana”.

Por otra parte, el imputado, al relatar a los policías que había salido a correr con su perro se pudo establecer que, luego de salir en su auto, se estacionó a un par de cuadras de su domicilio para después descender dirigiéndose hasta el canal San Carlos, donde arrojó una bolsa que, según sospechan los investigadores, podría tratarse del “arma homicida” y la ropa que vestía al momento de los hechos investigados.

Pero existen dos incongruencias importantes en el relato de Jorge Ugalde, a juicio de policías y fiscales. En su primera declaración sostuvo que cuando llegó al domicilio no vio el cuerpo de las víctimas -todos compartían un condominio-, lo cual pudo ser descartado por las cámaras GoPro de Carabineros, quienes en una reconstitución de escena, se dieron cuenta que al momento de atravesar por el mismo sector de la propiedad que dijo haber pasar el sospechoso, se podría haber visto los cuerpos.

El otro antecedente determinante fue la hora en que encontraron los cuerpos. Ugalde, familiar de los asesinados, habría llamado a Carabineros 30 minutos después de entrar a la casa de las víctimas y no de inmediato, como reportó en un inicio. ¿Qué pasó en esa media hora? Nadie tiene aún esas respuestas.

Lesiones y drogas de sumisión

Pero hay más.

El imputado también se sometió a un examen corporal, donde se evidencian lesiones que no superarían las dos semanas, lo que -para los investigadores- podrían tratarse de acciones de defensa de una de las víctimas.

Los informes toxicológicos de los menores dieron resultado positivo a “drogas de sumisión, particularmente Zoplicona para Eduardo”. En el caso de  Federico: zopiciona, fluoxetina, norfluoxetina, sustancias que lo habrían llevado a un estado tal, de no poder impedir la acción del imputado.

El móvil

En cuanto a la motivación para perpetrar este triple crimen contra su cuñado y sus sobrinos, la Fiscalía apunta a un conflicto hereditario.

Según se ha podido establecer en la investigación, los bienes familiares estarían en una sociedad compuesta por los padres de Eduardo Cruz Coke y su hermana, Trinidad, casada con Ugalde.

Al fallecer los padres de los Cruz Coke, Eduardo y sus hijos mantenían derechos, los que una vez fallecidos pasarían en un 100% al sospechoso y su familia.

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